sábado, 3 de abril de 2010

BICI - DEHESA DE ABAJO - VILLAMANRIQUE - 03.04.2010



Formidable. La ruta que hice ayer en bicicleta fue formidable. Ruta que de seguro pone los dientes largos a mis compañeros de fatiga ciclista, o sea ar Migué, ar Paco y ar Patxi, que unos porque no cogen el móvil, otros porque se van a la playa y otros porque tienen que cumplir con la familia que ha venido en estas fiestas, el caso es que yo solito cogí la bici y me fuí al campo. Me rondaba la idea sugerida por Miguel de los alrededores de Villamanrique y una laguna, charca o algo que había por allí. Efectivamente localizada la laguna, la de San Lázaro, tan solo tuve que "fabricar" la ruta, y como en internet siempre hay alguien que ya ha hecho algo parecido, pues manos a la obra y una vez localizada, adaptarla un poquitín y a pedalear. La salida desde la Dehesa de Abajo es espectacular, en estas fechas claro, a finales de verano pasado estuve por allí y es otro mundo. La laguna está a rebosar de agua y de bandadas de cigüeñas y creo que de algunos flamencos?. Después de atravesar los pinares se llega al Vado del Quema, es la primera vez que lo veo, cosa curiosa para un trianero nacido en plena feria de Sevilla, pero en fin cosas más raras se ven. Luego atravesé Villamanrique por todo el centro y me dirigí a los pinares que hay hacia el sur. Una vez atavesado éstos y embarrado la bici en una zona que me cogió por sorpresa, llegué a la citada laguna, preciosa, rebosante de agua como nunca, un espejo en el extremo del pinar. Por supuesto muchas fotos, rodeo a la misma y "palante". Ahora vino lo peor, ya quien me suministró la ruta en internet lo advertía: llevar pantalón largo pues hay un trecho al principio del arroyo de la Cigüeña donde no hay camino y los cardos crecen por doquier". ¡Un kilómetro de cardos y "yerbajos", y por supuesto no creo que nunca haya existido algo parecido a una senda en este tramo!. Bueno pasado el mal trago, solo quedaba una recta inmensa, paralela a una carretera que creo utilizan los de Villamanrique para ir a Sevilla. Llegada a la Dehesa por su vertiente oeste, vista impresionante de la misma desde lo alto y de nuevo travesía de la laguna hasta llegar al coche. Cuarenta kilómetros de gozada para un Sábado santo, comida en casa y a ver el Santo Entierro con mi hija por la tarde.
Saludos a mis ciclistas preferidos, ya sabéis, los mencionados arriba.
Falsos llanos.

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