sábado, 17 de diciembre de 2011

ARCO ENDRINAL - JAULETAS - 17.12.2011





Pues si, no eran las 10:15 horas cuando estos Falsos Llanos nos poníamos en movimiento con la intención de descubrir un pequeño arco aéreo de piedra en la zona del Endrinal y pisar el Jauletas sito en un pequeño macizo casi desconocido para nosotros. Diez, diez verdaderos senderistas cogimos la cuesta a espaldas del puerto del Boyar y nos la merendamos en un plis plas, asomándonos previamente al nevero reformado que hay a la mitad de la pendiente. Mónica, Pepa, Concha, Sole, Antonio, Javier, Jesús, Maxi, Patxi y el que escribe, una vez en el puerto del Endrinal y admirada y fotografiada la pequeña ermita de piedra que hay en este maravilloso lugar, pues nos tropezamos con la valla de piedra que posiblemente sirve para controlar al ganado. Cruzamos por la portilla como personas y no saltando como otras muchas veces y continuamos desviándonos hacia la izquierda en fuerte pendiente hasta estabilizarnos al pie de la pared de rocas. Era cosa ya de poco, pues al momento descubrimos el precioso arco de piedra que íbamos buscando. Fuerte repechito hasta su misma base y a fotografiar a lo loco que los carretes digitales hoy en día son la mar de baratos. Bueno, a seguir palante que teníamos aún que llegar a la casa de Dornajo a tomarnos nuestro segundo desayuno. Efectivamente, una vez en Dornajo, bellísimo paraje y antigua vivienda de familias de serranos, pues ya sabéis, bocatas, cervecitas, etc. Bueno esta vez hubo algún que otro frugívoro más además de nuestro querido Antonio. Foto de recuerdo y a comenzar a bajar por un roquedo interesante, antesala del que nos estaba esperando en la subida del Jauletas. Una vez en la vaguada, pues a comenzar a subir hasta llegar a la pinaleta, con un olor y una luz inigualable, pero que me pregunto yo, ¿a quién se le ocurriría plantar pinos en un sitio tan idílico como este? ¿Fue una apuesta? ¿Le tocó el título al ingeniero de montes en una tómbola? ¿O fueron ganas de fastidiar? Porque vamos, donde estén unos quejigos en condiciones o unas encinas potentes, que es lo que antiguamente abundaba en la zona ¡que se quiten to los pinos del mundo!



Po bueno, po ahí están pa los que queráis pisotear las agujas que tapizan y acidifican el sagrado suelo de esta nuestra más preciada sierra. Seguimos subiendo a la par que un senderillo perfectamente marcado con piedras que nos dejó algo confusos, pues yo al menos no llego a calcular hacia dónde se dirige. Al poco, después de pasar el pico en cuestión que se encontraba a nuestra izquierda según subíamos, nos desviamos hacia la izquierda para comenzar una fuerte trepada por rocas calizas como las que nos gustan a estos verdaderos falsos llanos. Se acabó el senderillo y por donde nos guiaba nuestro instinto montañero, subimos, trepamos y disfrutamos sin límites hasta que llegamos a la cumbre. Esto siempre nos pasa, cuando mejor lo estamos pasando va y se acaba la subida. Bueno, decir también que un par del grupo lo que es disfrutar, disfrutar, pues tampoco, pero bueno, yo sé que en lo más hondo de su ser lo pasan tan bien que de seguro no se pierden ni una más de nuestras excursiones. Decir también que el bautizo de fuego de nuestra querida compañera Sole, fue sobresaliente, trepó y subió como el primero de estos falsos llanos y la cara de felicidad que llevaba nos dio fe de que así era. Pues bien, una vez en la cumbre, el paisaje que nos sirvió de acompañamiento durante nuestro primer almuerzo del día, de verdad, de verdad, que fue insuperable ??? Bocatas, fiambres, panes, vinos, cervezas, licores, chocolates, ah, y también mucha, mucha fruta, pues fueron convenientemente ingeridas por estos senderistas fatigados. Pero la hora de irse llega y aunque el que escribe se hubiera quedado allí hasta el fin de los días, el buen criterio del resto hizo que me levantara muy a mi pesar y cogiera el camino hacia nuestro retorno. De nuevo fuera del roquedo, nos desviamos en dirección al cortijo de las Albarradas, nos equivocamos y seguimos el camino de las cabras de dicho cortijo y por si no habíamos tenido bastante, pues otro poquito de trepar y riscar por las rocas que ya nos quedaba poco. Una vez localizada la pista que sirve de comienzo al Salto del Cabrero pues muy contentos y felices por la jornada vivida, llegamos a los coches que habrían de traernos de vuelta a casa.

Ya en nuestro pueblo lo de siempre, feliz término del día con velada en un bareto cualquiera, cervecitas a discreción para recuperar sales minerales y líquidos perdidos durante la jornada y a comentar los pequeños episodios ocurridos durante la excursión.

Éxito total de nuevo para estos fantásticos Falsos Llanos que consiguen siempre lo que se proponen y disfrutan tanto con el ejercicio físico, como con la naturaleza, como con la buena compañía, que en este grupo siempre está garantizada.

Hasta la próxima en la sierra de Ubrique:

SALUD Y FALSOS LLANOS.



sábado, 10 de diciembre de 2011

PEÑÓN DE LÍBAR - SALAMADRE - 10.12.2011



Pues bien, para terminar esta semana de celebraciones, no podíamos dejar pasar la oportunidad de acabarla por todo lo alto y en efecto, no eran las 9:00 horas de la mañana, sí, he escrito bien, las 9:00 horas de la mañana, cuando Antonio y el que escribe, salíamos de Cortes de la Frontera hacia el Peñón de Líbar, coronado por un precioso torcalillo, meta de nuestras aspiraciones para descubrir hasta su último rinconcito. Día inmejorable para andar, fresquito, parcialmente nublado y con unas energías infinitas para subir y subir por el camino de los Llanos de Líbar, hasta la base de nuestro ansiado peñón. Una vez frente a la grieta por donde se ataca la subida, comenzamos a triscar de piedra en piedra, de grieta en grieta y de cuchillar en cuchillar, hasta enfrentarnos con la fortísima subida que nos llevaría a la cumbre. Una vez allí, el paraíso, sobre todo para unos senderistas tipo cabra como estos falsos llanos. Echamos en falta la presencia de nuestro Migué y Maxi que disfrutan tanto o más que nosotros en estos parajes rocosos, a nuestro Patxi algo menos, pues últimamente se queja mucho cuando nos metemos por sitios que en verdad no hubiéramos debido meternos, pero bueno, le echamos también en falta. Pos nada, a subir, bajar, escalar y saltar como verdaderas cabritas montesas casi toda la mañana por este fabuloso paisaje kárstico, de manera que casi sin darnos cuenta, po pabajo que lo mismo le hincamos el diente al Salamadre que es tempranísimo. Dicho y hecho, búsqueda de una bajada por donde mejor nos pareció y enlazar con la sendilla que sube para el Salamadre y el Puntal de la Raya. En la base de la subida visitamos primero el precioso refugio que han hecho aprovechando el cortijillo que ahí existía, donde según he leído o escuchado en algún sitio, vivía una niña que cada vez que llegaba alguien gritaba: “sal madre, sal madre” y de ahí el nombre de este alargado pico. Nada, nada, a seguir subiendo que la crestería que forma esta roca gigante es inmensa al igual que su subidita. Pero nada, al poco llegamos y siendo las tres de la tarde, pues bueno, aún no hemos hablado hoy de manjares, posiblemente será porque iba con Antonio, el cual hace una dieta absolutamente frugívora durante sus extraordinarias excursiones, pero como el que escribe o come y bebe en abundancia mientras anda o deja de andar por culpa de la pájara, po a comer el bocata de tortilla regado con cervecita fresquita y algún sorbito de vinillo oloroso, para recuperar la caló que se nos iba del cuerpo por momentos por culpa del airecillo puñetero del norte.


Bien, solo nos quedaba volver a bajar el Salamadre, subir otra ladera empinadísima, con las piernas y las rodillas ya cansadas, hasta dar con la pista forestal que sube de Cortes, dejarla a unos cien metros y desviarnos hacia la derecha para enfilar la larguísima bajada que nos llevaría al inicio del camino que suele tomarse para subir al pico Pino, pendiente de pisar para el mes de Febrero.

Vuelta a casita en el bólido de Antonio y por supuesto recuperación de líquidos y sales minerales perdidas durante la jornada, que hoy han sido muy abundantes, por lo que la recuperación también había de ser abundante. Y darle las gracias, desde este fantástico blog de montaña a Antonio, por acompañarme en este día de hoy, al que los más veteranos han renunciado y a los que mi venganza será cruel y terrible en la próxima ruta por Grazalema, pensando en los sitios por donde voy a meterlos ¡mejor será que os entrenéis en serio antes del próximo Sábado veteranos…!

Y sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.



jueves, 8 de diciembre de 2011

CORUMBEL-BERROCAL-VÍA DEL TINTO - 08.12.2011



Bien, llegó el día ocho y con las máquinas en los coches nos dirigimos a La Palma del Condado y a la altura del pantano del Corumbel Bajo, pues pabajo que ya era hora de comenzar a ciclar. Con rumbo siempre hacia el norte, como debe ser, y en cuesta arriba constante, como también debe ser, pues nada, un par de horitas pedaleando hasta tropezarnos casi sin darnos cuenta con Berrocal, uno de los dos únicos pueblitos que le quedaban por conocer a nuestro compañero Paco. Además también ciclábamos hoy nuestro querido y formidable ciclista del norte: Patxi, nuestro cada vez menos gruñón Migué y nuestra robotizado Maxi. ¡Ah! y yo también, claro. Po bueno, después de un cafelito con tostadas, pabajo hacia el Tinto, que hoy de verdad, estaba para bebérselo de bonito. Sus aguas tintas y sus orillas color oro viejo hacen el deleite de cualquier aficionado a la fotografía y como Patxi traía su flamante Panasonic TZ20, pues a tirar fotos por doquier para el recuerdo. La vía que recorre las orillas de este super contaminado río hasta San Juan del Puerto, fue construida por los inglesitos colonizadores, que en connivencia con los politiquillos y realecilla de la época, pues hicieron las barbaridades mayores que imaginarse puedan, como emplear mano de obra adulta e infantil prácticamente esclava, talar por completo el hermosísimo y extenso bosque de encinas y alcornoques de la zona para quemar a cielo abierto el mineral, con lo que producían una nube tóxica que para poder respirar a veces, los habitantes tenían que subirse a una loma cercana, destruir la orilla de un río con la construcción de una vía férrea sin nigún control, verter escombros y toda clase de vertidos altamente contaminantes por doquier, cosa que en su pais ya en esa época estaba prohibido claro y..... bueno, bueno, al que le interese el tema puede leer el libro "EL CORAZÓN DE LA TIERRA" de Juan Cobos Wilkins, es totalmente real, valiente y una joya para ser guardada no en una estantería sino en las manos de todos aquellos amigos a los que podamos prestárselo. Un detalle, no se os ocurra ver la película que hace poco han hecho, pues no admite comparación ninguna con el maravilloso libro, deberíamos protestar más por estas infamias telefílmicas???
Y además, pues nosotros ciclábamos y ciclábamos por un océano de piedras infinito, que a alguno se le hizo aún más infinito por aquello de no relajarse en su máquina y pedalear y pedalear hasta gozar al máximo con la experiencia.
Terminó la excursión un poquillo más tarde de lo habitual, como es también ya habitual, comida y bebida en Bollullos del Condado en un comedero por el tema de que tenía buen aparcamiento para vigilar las bicis y vuelta a nuestras casitas. ¡Ah! el Migué nos invitó a un licorcito con pastelitos en su cochera, así que hasta la próxima salida:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

martes, 6 de diciembre de 2011

BICI - ALJARAFE - PINARES - 06.12.2011

Bueno, el Día de la Constitución había que celebrarlo como es debido y como al Pepe no lo iban a dejar el día 8 por lo que él y yo sabemos, pues ¡Pepe, coge la bici que nos vamos! Y dicho y hecho, no eran las nueve de la mañana cuando montados en nuestras formidables máquinas nos dirigíamos hacia los arrozales de Puebla del Río. Una vez atravesado los mismos, ahora muy feos pues están secos, nos internamos en una de las zonas más disfrutonas para ser cicladas, esto es, los pinares de Aznalcázar, muchas veces visitados ya y no por ello falto de sorpresas. En efecto los senderillos son infinitos, los caminos fantásticos y las trialeritas juguetonas al máximo si se tiene un pelín de cuidado claro. Pues nada, nada, a disfrutar toda la mañana hasta que nos "jartamos" y pa casa a reponer algo de líquidos con lo que ya sabéis y a comer en familia como ha de ser.
Hasta el día ocho: SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 26 de noviembre de 2011

ALTO DEL CONIO - 26.11.2011



Pues si, teníamos pendiente una subidita al alto del Conio, que nuestro Patxi se perdió la primera vez, por estar convaleciente de su clavícula partida en honorable batalla con la bicicleta alemana del Migué, y como Antonio también andaba detrás de dicha subidita, pos ná, que nos montó en su coche y nos llevó, después de un pedazo de desayuno en Montellano, a la base del Conio para ser convenientemente colonizado. No eran las 10:45 horas cuando Patxi, Antonio y el que narra, salíamos con nuestras mochilas a la espalda y cruzábamos la carretera para sortear la primera de las tres vallas que guardan este pequeño tesoro en forma de torcal en la cima de la montaña. Engañada adecuadamente la primera valla, nos encaramos con la subida del camino del Pastelero, en fuerte zig-zag hacia el puertecito que hay en la cumbre. Esta vez, al contrario que en la primera subida, en lugar de bajar por el camino del cortijo de los Corchadillos y su enorme verja, tomamos la cordada de la montaña y sin perder altura hasta tropezarnos con la valla que sube de dicho cortijo. Creíamos que también íbamos a poder burlar esta segunda valla, pero sí, sí, menos mal que el alambre que usan en su construcción es de altísima calidad y es capaz de aguantar el peso de estos fornidos senderistas, que con una habilidad sin igual, saltan lo que se les ponga por delante, eso sí, si no está el dueño presente claro. Nada, nada, a seguir otro poquito que aún nos esperaba la tercera y altísima valla, la que rodea por completo al Conio, ¿para qué? pues no conseguimos dilucidarlo en todo el día, por mucho que Antonio insistía e insistía en querer buscarle explicación a algo que es irrelevante, porque digo yo, si las vallas están, es para que estos Falsos Llanos las saltemos y hagamos un poco de ejercicio extra, que si no, la excursión sale un poco sosilla…
Bueno, una vez superado este último obstáculo, teníamos por delante una cuestecita, de esas que hacen que se eche espuma por la boca, el desayuno de Montellano y todos los líquidos corporales acumulados durante la semana, gracias al enorme resfriado que he soportado durante la misma. Así pues, después de esta inmejorable terapia, del resfriado ni acordarme, pero sí de la grietecita que nuestro Migué, la otra vez, disfrutó con tantas ganas. Una vez en el torcalillo, precioso, fantástico en formaciones naturales inimaginables y con todo el día para nosotros, pues os podéis imaginar lo contentos que se pusieron estos tres verdaderos falsos llanos, saltando, brincando, pateando, subiendo en todas y cada una de las formaciones, fotografiando todas y cada una de las tonterías que realizábamos en sus cumbrecitas, pisando el Conio con su plataforma derrumbada, mudo testigo de una posible plataforma de observación???... Bueno, comida suculenta y abundante para algunos regada con bebidas estimulantes y cóctel de frutas para otro que aún no se explica cómo podemos conseguir ingerir tanto y luego continuar como si tal cosa el itinerario. Rodeado todo el macizo y llegada la hora de la retirada, pues pabajo de nuevo en busca de nuestras vallas preferidas y llegada al fornido vehículo que habría de traernos de nuevo a casita.

Esta vez, la cosa ha salido como tiene que salir, esto es, camino, vistas y ejercicio a tope e intercambio de impresiones acompañados de varias rubias espumosas en un bareto cualquiera sin que ninguno desistiese de ninguna cosa.

Sin más, me despido de todos vosotros-as, auténticos falsos llanos y seguidores-as de nuestro fantástico blog de falsa montaña llana, hasta la próxima ruta programada a la sierra de Grazalema, donde gozaremos y sufriremos a tope descubriendo los pocos lugares que aún nos quedan en esta hermosísima y dura sierra.

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 12 de noviembre de 2011

AGUAFRÍA-ALMONASTER-AGUAFRÍA-13.11.2011



Impresionante. Impresionante ruta en la sierra de Aracena. Lo siento por los que no habéis podido venir, pero me atrevería a decir que la de ayer ha sido la ruta más completa, por belleza y exigencia, que he hecho en esta sierra y os aseguro que he hecho bastantes.
Pos bueno, no eran las diez menos cuarto de la mañana, cuando cinco afortunados falsos llanos: Concha, Encarna, Patxi, Pablo y el que siempre narra, nos poníamos en marcha, mochila a la espalda, desde la primera de las cinco preciosas aldeitas serranas que hoy íbamos a visitar, esto es: Aguafría, Los Romeros, Canaleja, Almonaster la Real, Calabazares y Molares. Nada más atravesar sus coquetas casitas nos internamos por un sendero maravilloso, que entre enormes alcornoques y un arroyito a nuestra vera nos llevó en un plis plas a Los Romeros. Éste fue convenientemente atravesado y de nuevo en marcha hacia Canalejas. Una simpática lugareña nada más salir de las últimas casas, nos advirtió que el camino estaba cerrado y que aunque alguien de Jabugo había descrito un camino en un libro para llegar a la sierra de San Cristóbal, éste pasaba por una finca particular y no se podía pasar. Bueno, al llegar a un cruce y observar que nos dirigíamos hacia Canalejas se tranquilizó y nos comunicó que por ahí sí podíamos seguir. La buena señora se refería al histórico libro de “Andar por la sierra de Aracena” de la editorial Penthalon, descatalogado y no reimpreso nunca más…pues bien, parte de ese camino de forma triangular, lo andaríamos hoy pero tan solo su base inferior. Canalejas, precioso, coqueto también fue dejado atrás para comenzar a subir a la sierra por una senda magnífica, selvática, disfrutona y exigente a la vez como pocas. Poco antes de llegar a los miradores de la cumbre, los madroños nos obsequiaron con sus exquisitos frutos y comenzamos a ver las primeras “gallipiernas” (macrolepiota procera). Hoy precisamente no llevábamos cesta para recoger tan deliciosos manjares, así que os podéis imaginar el cabreo que cogimos algunos. Una vez en la cumbre de la sierra de San Cristóbal, el Almonaster (913 m), pues el primer bocadillo, algo tarde y pa bajo hacia Almonaster la Real. Allí cervecita en un bareto y bocadillo regado con cervecita y vino. Aún nos quedaba atravesar Calabazares, que estaban de fiesta e invitaban a chocolate con buñuelos y aprovechando unas cajas que habían tirado en la puerta de una tiendecita, entre Patxi y yo nos fabricamos una cesta provisional para llenarla con setitas de la zona. Seguimos subiendo hasta Molares y continuamos subiendo hasta el cruce con la carretera local que tuvimos que atravesar. Hasta aquí ni un ejemplar de lepiotas, pero de pronto, Pablo vio un par de ellas y saltando una pequeña vallita para coger otro par ¡sorpresa! una familia entera de setas, de más de treinta ejemplares, nos estaba esperando para que las transportáramos en nuestra cestita hasta los coches, un par de kilómetros más adelante.

Pues sí, esta ha sido nuestra impresionante ruta de hoy, para que no creáis que en esta sierra no quedan ya sorpresas. Quedan muchas y estos falsos llanos y los que nos quieran acompañar, las vamos a descubrir año tras año.

Hasta la próxima ruta en la sierra de Grazalema, nuestra preferida y en la que nos romperemos nuestras piernecitas, recomendaros que no os perdáis ni una sola de nuestras excursiones porque la convivencia y los lugares que pisamos son inigualables.

SALUD Y FALSOS LLANOS.


martes, 1 de noviembre de 2011

BICI - ISLA MAYOR - PINARES AZNALCÁZAR- 01.11.2011

Hoy ha vuelto a tocar bicicleta. Muy tempranito, nos reuníamos cinco estupendos ciclistas para transportar nuestras máquinas a Isla Mayor: Paco, Miguel, Patxi, Pepe y el que narra (JJ). Desde allí nos fuimos ya montados en las bicis, camino de los pinares de Aznalcázar. Pasamos la Dehesa de Abajo por su parte más alta, donde cayeron las primeras fotos de la jornada. Seguimos luego por sendas y caminos internándonos cada vez más por los inmensos pinares. Después de una revuelta venía otra, después de un tobogán venía otro y después de una trialerita venía otra. Bueno, bueno, rutita ciclista como pocas, muy completa, preciosa, exigente, tanto que tuvimos que acortar el itinerario inicial para llegar cuanto antes de regreso a nuestra Isla Mayor, donde como es natural nos esperaba un arroz con pato que nos quitó el sentío, unos camarones fritos con pimientos asados pa chuparse los deos, unos cangrejos de río a la plancha que hicieron las delicias de nuestro Patxi, un pan de bacalao pa morirse y unas cervecitas y mejor tintillo para regar los susodichos manjares. La verdad es que no sé pa qué salimos, si para ciclar o para comer y beber. Po bueno, po ya sabéis, pa nosotros se queda y el que pueda que nos quite lo bailao.

Hasta entonces y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 15 de octubre de 2011

TAVIZNA-HONDÓN-CASTILLO AZNALMARA-15.10.2011



Caló, caló. caló. Hoy hemos pasao mucha caló. Esta maldita tierra de caló nos la hace pasar fatal cuando un día como hoy, hacia las 11:10 horas salíamos de las inmediaciones del camping Tavizna hacia el nacimiento del río Hondón. Al poco de comenzar a andar estos fornidos Falsos Llanos, una pareja desistió de manera muy sensata y no como el resto, volviéndose para acabar el día de una manera más agradable que los demás. Po bueno, palante que hasta que dimos con el nacimiento del Hondón, habríamos de sudar lo nuestro. El campo seco y amarillo y la zona del nacimiento, con agua pero triste y sedienta de verdor. Aquí nuestro segundo desayuno, a la una de la tarde y como somos como somos, pues vamos a echarle una ojeada al inicio del Salto del Cabrero por su parte más baja. Bueno, bueno, si habíamos pasado caló hasta ese momento, lo de ahora no tenía nombre, además de la inhumana cuestecita de los coj.. el sol a plomo, el sudor a chorros y los arañazos de los hierbajos secos, pues que queréis que os diga, pa encima no ver el destrepe de piedras que íbamos buscando, pues pabajo que ya está bien de hacer el canelo en un día como el de hoy.
A partir de aquí, algo más suave el terreno y con algo de más sombra, llegamos a un arroyuelo, bajo cuya exhuberante vegetación nos cobijamos para hacer nuestro primer almuerzo en condiciones. El castillo de Aznalmara estaba a tiro de piedra, pero después de comer y volver a ponerse a andar y a sudar de nuevo y encima tener que subir la pedazo de pendiente que tiene el dichoso castillito, pues nada, que algunos prefirieron quedarse abajo y esperar. Los de siempre subimos echando espuma por la boca, pues líquidos apenas nos quedaban y menos mal que en su cumbre una brisa fresquita nos reparó momentáneamente. Fotos de rigor y pabajo para culminar el recorrido por su parte más bonita y fresquita, paralelos a un arroyo con agua y sitios como los que estamos acostubrados estos Falsos llanos.
Llegada a los coches, al menos dos horas más tarde de lo que tenía calculado, paradita en el Bosque a reponer sales minerales perdidas en un bareto con un camerero de sangre espesa y pa Sevilla donde acabamos los de siempre donde más nos gusta, delante de varias rubias espumosas que te borran la memoria de todo lo sufrido durante la jornada.
Po, bueno, po pa nosotros se nos queda el día, que como ya sabéis, no lo cambiaríamos, a pesar de todo, por ninguna comodidad que se nos quiera ofrecer, ¿verdad, queridos-as Falsos Llanos?.
Po como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 8 de octubre de 2011

BICICLETA-CIRCULAR SIERRA NORTE DE SEVILLA-08.10.2011



Bueno, bueno, ya iba siendo hora, el curso pasado aplazamos esta rutita una y otra vez, pero nunca hubo ocasión. Bueno, pues este año ha caido de las primeras. No eran las 11:00, cuando cuatro auténticos Falsos ciclistas: Patxi, Miguel, Pepe y el que narra, nos montábamos en nuestras estupendas máquinas de pedalear desde la alameda de Constantina en dirección al Cerro Negrillo. En principio por carretera asfaltada y en fuerte pendiente sin darnos tiempo ni a calentar motores ni ná. Pronto llegamos al Puerto o Mirador del Robledo, en la base del citado Negrillo, sede de un radar militar heredado de los americanos... En este mirador privilegiado, comenzamos a ver los restos, en forma de ejemplares sueltos, de robles melojos que antaño seguramente poblarían la zona de manera boscosa. Las manchas de castaños, robles, encinas, alcornoques y algún que otro quejigo, hacen que el paraje sea una delicia. Aquí coincidimos con una mini romería a caballo, cabriolas y demás inventos, que traían a los pobres animales asfixiados de tanta cuesta. Nosotros tan frescos que pa eso somos auténticos Falsos....
Po bueno, po pabajo que el Cerro del Hierro aguardaba nuestra llegada y dicho y hecho al momento en la base del cerro, con su magnífico bosquete de melojos milagrosamente conservado y rodeo al mismo para saborearlo a tope. Lástima que aún no haya llovido, acostumbro a venir a esta sierra siempre en Otoño-Invierno y nunca te defrauda la belleza verde salvaje por doquier. Ahora todo está amarillo, marchito y polvoriento. Bueno ya volveremos. Vale y además, pues se nos hacía tarde y teníamos que llegar al camping El Batán de las Monjas donde habríamos de ponernos ciegos a base de pistos, costillitas de cerdo, revueltos de la sierra y sobre todo un super magnífico cordero al horno que nos quitó el sentío. Lástima que el tintillo de la zona que nos pusieron, aún no esté muy conseguido, que si no, aún estamos allí gozando. Bueno es un decir, porque algunas compañeras de algunos de los miembros que ciclábamos, creo que no estaban para bromas. No sé que nos pasa a estos Falsos llanos que últimamente, aunque sea en bicicleta, siempre se nos hace tarde y llegamos a las tantas a casa. Po bueno, a seguir después de la comilona que aún nos quedaba la mitad de la vía verde, cruzar la vía del tren, sufrir una maldita senda infernal de zarzas, volver a cruzar la vía, volver a sufrir subiendo cuestas inhumanas para esas horas de la tarde y después de hacer algunos kilometrillos de más por culpa del Pepe que es un rapidillo, pues llegar a Constantina de nuevo a la alameda, tomarnos unas cervecitas y llamada a nuestras respectivas. Conchi no te enfades, es que las bicicletas y la montaña nos tiene abducidos y no podemos hacer nada en contra, ya mismo estamos subiendo montes y rocas que sé que es lo que más te gusta.
Y nada más, os espero a todos y todas los Falsos Llanos el próximo Sábado para descubrir subiendo el castillo de Aznalmara, que es lo que toca.

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 24 de septiembre de 2011

CRESTERÍA CIRCO GREDOS 2011



Hemos vuelto un año más. Hemos vuelto a nuestra ya familiar sierra de Gredos. Y como es costumbre, Jose y Patxi nos han vuelto a dar hospitalidad en su casita de la sierra. Este año y como no podía ser menos, teníamos ante nosotros el último gran reto: la crestería del circo de Gredos, una semi-integral en la zona más emblemática del parque. Este 2011 y para hacer honor a sus altos picos en forma de unos y a la suma de sus dígitos, pues nos tenía deparadas cuatro grandes cresterías, cuatro retos que estos Falsos Llanos han sabido lograr una tras otra: la de la sierra del Pinar, la de la sierra de Líbar, la de la sierra de Enmedio en Almijara y la del circo de Gredos el pasado Sábado.
Pues bien, eran ya casi las 9:30 horas, cuando Jose, Patxi, Miguel, Maxi y el que narra, salían de la llamada Plataforma de Gredos, puerta de entrada a la zona central, con paso firme y unas energías y ganas de patear la sierra como nunca habíamos sentido, sentido sí, sentido en nuestras piernas como nunca el cansancio infinito que se nos acumularía al final de la larguísima jornada. Y bueno, sin darnos cuenta, a buen paso, con una mañana de ensueño y una temperatura ideal para caminar, nos encajamos de sopetón en nuestro primer piquito, el Morezón, ya ocupado por otros recios senderistas que habían llegado antes que nosotros. Como siempre ya sabéis, fotos, comida y bebidas para reponer y una mirada a la hermosa e imponente crestería que teníamos ante nosotros. Roca granítica en su más alta expresión, coloreada de verde limón por sus líquenes, imponentes tajos y formaciones rocosas que habían de ser superados y que nos llamaban y atraían, el Risco de la Ventana, los Tres Hermanitos, el Perro que Fuma, el Casquerazo, la Portilla de los Machos, el Cuchillar de las Navajas y el imponente Almanzor con su cumbre resquebrajada y partida. Dicho y hecho, mochilas a las espaldas y palante que la faena era de titanes. Bueno, comentar que aquí se nos unió un simpático madrileño: Ángel, saleroso, con magnífico sentido del humor, el cual al no encontrar a unos colegas para hacer la integral del circo, pues se unió a nosotros comenzando a riscar como el primero. Duró poco tiempo con nosotros, pues al poco de comenzar la crestería, nuestro fornido Maxi se lastimó un pie y aprovechando que pasaban otros dos jóvenes y esbeltos alpinistas, le aconsejamos que cambiara de grupo para que tuviese mayores probabilidades de éxito en la jornada. Desde aquí un abrazo a Ángel y enhorabuena por su espíritu aventurero del que da fe su blog mi jubilación activa.



Pos bueno, vendaje del piececito de Maxi y antiinflamatorios al canto y a saltar, trepar, subir, bajar, pisar, escalar y volver de nuevo a lo mismo una y otra vez. La primera sorpresa en forma de ventana de piedra coronada por un pedrusco sostenido de manera inimaginable, se nos presentó en una de las revueltas y aunque no era obligatorio pasarlo, pues no íbamos a desaprovechar la ocasión y un empujoncito más y a civilizarlo como falsos llanos mandan. Montón de fotos y a seguir, los Tres Hermanitos, imponentes, el mayor apuntando al cielo emulando al dedo de Dios, nos esperaban estáticos e impasibles a que pisáramos sus faldas. Un poquito más y el primer paso delicado nos iba a traer algo de distracción. Nuestro Patxi, buen previsor, había cargado con una formidable cuerda de montaña y he aquí que en un plis plas, la montó, se deslizó y bajó como si nada, mientras otro, al que tanto le gusta escribir, hizo su primer intento de destrepe por una grieta y maldijo el momento en que tomó la decisión y no siguió los consejos de su preciado amigo Patxi. El Maxi, con pie averiado y todo, por la misma grieta, se deslizó y bajó como un auténtico alpinista, dejando anonadado al que les narra, que por poco deja algo de sí en la dichosa grieta. En fin, a seguir que esto no había hecho nada más que empezar, el Perro que Fuma había que pasarlo y el Casquerazo, previa desviación por equivocación, pues también fue pisado por nuestras botas. Aquí paramos a tomar alimentos y bebidas, pues nuestras piernas necesitaban nutrientes para seguir caminando. El reloj comenzaba a decirnos que íbamos justitos, así que otro empujoncito y la Portilla de los Machos nos dejó sin respiración al asomarnos a sus verticales paredes. Todavía nos quedaba atravesar el Cuchillar de las Navajas, fácil y rápido a pesar de su dificultad, a estas alturas ya poco nos daba miedo. Sí, sí, antes de la Portilla Bermeja estaba esperándonos la guindita del día, después de pasar otra ventanita preciosa, el paso entre las rocas comenzó a estrecharse, la verticalidad de la pared a hacerse más inclinada y el acojone de alguno a aumentar, porque lo que había que atravesar, había de ser atravesado y nada más. No vale la pena pensar ni intentar si hay otro paso por la otra vertiente como inútilmente intenté, no, había que coger y seguir a Jose, mirar a la pared y no al precipicio, pasar, agarrarse al saliente de una gran roca, colocar una piernecita temblorosa al otro lado y procurando no manchar los pantalones, de musgo ¡¡¡ehhh!!! pues pasar la otra piernecita y continuar como si nada que pa eso somos auténticos falsos llanos. Pues nada, después de lo dicho a bajar a la Portilla Bermeja y volver a subir a enfrentarnos con el Almanzor y su puñetero Cuerno. Si, puñetero, porque digo yo, ¿qué se nos había perdido a nosotros en la cumbre del dichoso cuernecito? Pues nada, a subir al Cuerno que un día como hoy no se va a repetir, Y dicho y hecho, a buscar de nuevo otra grietecita puñetera, a subir, a acojonarse de nuevo al mirar hacia abajo, a tirar miles de fotos y a pensar en serio por dónde bajar. Menos mal que el Maxi estaba hoy que se salía, con su pie vendado y dañado parecía un robot, miró, buscó y encontró un paso y ayudado por las indicaciones que Jose le daba desde abajo, pues del tirón. Sí, sí, del tirón, eso tenía que haber hecho yo y no haber pensado tanto, pero los falsos llanos nos ayudamos unos a otros y nuestro robotizado Maxi, poniéndose de parapeto y quita miedos, nos ayudó a resbalarnos y volver a pisar roca más estable. Y claro, poyaque estamos aquí, a darle un rápido pisoncito al Almanzor que es muy tarde. De nuevo a trepar, escalar y coronar a la estrella del día. En estos momentos y con lo que habíamos pasado, nos sorprendió una familia con una niña pequeña de seis añitos que estaba escalando los últimos pasos del Almanzor, desde aquí felicitar (o no sé si denunciar) a esos padres que a tan temprana edad enseñan a sus hijos una tan noble actividad como la que nosotros practicamos.
Comentar también que un nutrido y colorido grupo de senderistas que desde lo alto del Almanzor nos habían visto escalar el Cuerno, nos hicieron fotos, nosotros a ellos y por correo electrónico nos las hemos intercambiado. Desde aquí agradecer el detalle y animarlos a leer nuestro fantástico blog.
Bueno, nos quedaba la larguísima y difícil bajada del Almanzor hasta el refugio de la Laguna Grande. Subir ya de noche a los Barrerones y a eso de las 23:00 horas llegar de nuevo a la Plataforma para coger el vehículo que nos llevaría de vuelta a la casita de la sierra.



La cena que nos esperaba como es ya costumbre, pero esta vez a altas horas de la madrugada, con solomillo de Ávila regado con estupendos Riberas del Duero, y otros manjares de postres, nos recuperaron de manera milagrosa a algunos y achantaron como es ya también costumbre a otros.

Como siempre saludar a todos y todas los-as Falsos Llanos que nos acompañan habitualmente y también a los que lo hacen de manera esporádica, a todos y todas los seguidores-as de este blog y animaros para la siguiente ruta que ya mismo está aquí.

SALUD Y FALSOS LLANOS.