Siete, siete magníficos Falsos Llanos hemos vuelto hoy a superar otro pedazo de ruta potente como muchas otras realizadas hasta la fecha. Se ha notado la ausencia de la parte femenina y aún no me explico el por qué, pues en el correo de citación tan solo se hablaba de una ruta algo fuerte, exigente, llena de piedras y cuestas y alguna gruta y alguna crestería y algún pasillo algo delicadín y muchas horas de subir y bajar y no sé como a estas alturas se le ocurre a nadie perderse una excursión como la realizada.
Pues bueno, no eran las 11:00 de la mañana, cuando siete Falsos Llanos, Patxi, Maxi, Miguel, Antonio, Pepe, Pablo y el que cuenta, salíamos del Llano del Hondonero, a unos 4 km de Villanueva del Rosario, en las sierras de Camarolos y del Jobo, en dirección a nuestra primera meta del día, el pico Cruz (1444 m) que corona la sierra de Camarolos. Subidita cómoda por un carril al principio con muy fuerte pendiente, hasta dejarlo y tomar la senda que por el paso natural nos conduciría al pico en cuestión. Bueno hoy lo de las alambradas ha sido extra, supongo que Antonio las habrá contado, pues si no han sido una decena, han sido más, algunas con portilla, otras sin ella y ya sabéis, nos encanta saltarla por abajo, por medio y por encima, así que hemos practicado uno de nuestros deportes favoritos hasta cansarnos. La llegada al pico Cruz, rápida y estupenda, sobre todo porque el hambre nos hizo aligerar aún más, la consigna era: en el primer pico nos tomamos el primer refrigerio y como habíamos desayunado sobre las siete de la mañana, pues los estómagos hacían un ruido infernal, así que parriba ligerito que hay que acallar a estos estómagos. La vista desde el extremo de la sierra magnífica, hacia el este, a lo lejos el Torcal de Antequera, delante la sierra de las Cabras y casi a nuestros pies la Peña Negra, al oeste la magnífica dorsal del Chamizo invitándonos a que nos aligeráramos para subirla y todo el Arco Calizo Central a nuestras manos. Por último hacia el sur y en nuestros mismos pies, el nacedero del río Guadalmedina y un nevero reconstruido muy vistoso. Así que nada, nada, a intentar la bajada del pico Cruz por una grieta en dirección recta al nevero, los cabras del grupo Miguel y Maxi del tirón y los menos cabras po parriba que no me gusta nada esa caída tan tonta que hay al final. Reunidos todos de nuevo y por un llano idílico con un paredón con hiedras a nuestra izquierda, po palante a seguir saltando vallas a diestro y siniestro y cuando las vallas se acabaron pues a trotar por un infierno de piedras y matorral, cada uno por donde mejor podía, hasta atravesar la zona nombrada en los mapas como torcal y que nos llevaría al Puerto de los Perdigones. Una vez aquí, en la base de la dorsal del Chamizo, pues teníamos otro reto, encontrar su cueva, que en ocasión anterior habíamos visitado y sorprendido grandemente con sus estalactitas de hielo cual gruta mágica de disney, así que parriba y en la cresta pabajo en busca de la gruta. Gruta que fue convenientemente descubierta de nuevo por estos Falsos Llanos como no podía ser de otra manera, algún conatillo de rebelión, pero controlado sin esfuerzo alguno. Fotos a lo bestia y a subir de nuevo y escalar y trepar y gozar con las inmejorables vistas y quedarnos anonadados con la majestuosa vista de los Tajos de Sábar al llegar a la parte alta de la crestería y seguir subiendo y trepando hasta que un balconcito de los que nos gusta, literalmente colgado del macizo, ofrecía a nuestros sentidos la belleza de un paisaje infinito. Po bueno a comer que los estómagos de nuevo rugían y la comida de verdad aún había que hacerla y que como dábamos ya casi por terminadas las grandes dificultades del día, pues a relajarnos y a comer y a beber y a charlar y a reir y a comer de nuevo y a abrir otra botellita de tinto y de oloroso y de cervecitas previas y de chocolatitos y de aceitunas prietas y datilitos y…. últimamente pienso que no sé que es más peligroso, si las rocas y sus precipicios o las botellitas de tinto que abrimos. Po bueno, po pa nosotros se nos queda, que si disfrutamos subiendo y andando por parajes como éstos, igual disfrutamos con una hora u hora y media de comida, bebida y charla en un idílico balconcito de cualquiera de nuestras sierras andaluzas.
Y como siempre, que niño que son las cinco, que ya estamos en el Chamizo (1641 m), que mira que piquito queda ahí enfrente, que sería una lástima ya que estamos aquí, que bueno que palante, que a buscar de nuevo un paso hacia abajo en fortísima pendiente al lado de una valla salvadora, que a buscar el nacedero de la fuente del Toril, que ya se ha hecho de noche, que a coger los coches y pa casita y en un bareto cualquiera recuperar las sales minerales abundantemente perdidas durante el día.
Os comunico que vamos a hacer un cambio de ruta en la próxima salida de Abril y que en lugar del Torcal iremos a la sierra de las Nieves, prevista para Mayo y en Mayo la ruta del Torcal. Bueno ya comentaremos el por qué de este cambio cuando tengamos la autorización escrita de la esposa del que Patxi y yo sabemos.
Hasta entonces y como siempre:
SALUD Y FALSOS LLANOS.
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