sábado, 27 de octubre de 2012

MOTEJAQUE - LLANO DEL ZURRAQUE - HACHO - 27.10.2012


Bueno, bueno, siete, siete magníficos, intrépidos y sobre todo verdaderos Falsos Llanos, no eran las 9:45 horas, cuando mochilas a la espalda, salían del precioso pueblito malagueño de Montejaque, que por tener bonito hasta su nombre lo es, pues cogíamos por una pista forestal en dirección al monte Hacho y rodeándolo por nuestra izquierda y en continua pendiente, nos llevó a una de las zonas más bonitas (para mi lo son todas) de este magnífico y emblemático parque que tanto y tanto visitamos los Falsos Llanos, esto es, GRAZALEMA Y LÍBAR.
Bien y además decir que hoy se nos han unido nuestros simpáticos y agradables compañeros Lidia y Pablo, que hacen más rabona que un colegial de cuando yo era chico, pero que le dan al grupo un punto de prestigio y calidad humana estupendos y como vienen de los Alpes to fuertes, pues no veas como han subido los puñeteros. También ha comenzado fortísima nuestra querida Pepa, que tiene muy claro que las excursiones de nuestro grupo no han de ser perdidas bajo ningún concepto y nuestro Antonio, miembro ya del selecto y reducidísimo grupeto que se está formando en nuestro seno o llamado también grupo extremo o como más os guste, qué mas da y del que forman parte pues los de siempre, el Patxi, el Miguel cuando lo dejan, el Maxi cuando lo sueltan y el que tantas y tantas tonterías escribe y escribe…
Nota: si alguien se siente marginado de este famoso grupeto, pues lo único que tiene que hacer es apuntarse a todas y todas las barbaridades que solemos hacer tanto dentro del programa oficial como sobre todo fuera del mismo, como la crestería que el Antonio y yo realizamos hace un par de semanas.
Y también, pues sin darnos cuenta, a pesar de la sudada que llevábamos por dentro y por fuera, po llegamos a nuestra primera cancela y nuestro primer paisaje de impacto, si de impacto han sido hoy los impresionantes farallones de piedra caliza y pequeños torcalillos que hemos disfrutado, se nos caía literalmente la baba contemplando tanta belleza por doquier y fotos y vengan fotos de las piedras, de los componentes del grupo con las piedras y una valla que había de ser franqueada a pesar de los cartelitos de no saltar valla y que un servidor, pues faltaría más, que no voy yo a saltar con lo que me gusta y saltito del tirón y er Migué que es mu listo po un pelín más arriba que si he descubierto una escalerita de metal que la salva pero que casi se la pegan de lo resbaladiza que estaba y así hasta saltar tres de esas escaleruelas metálicas, que vaya invento…
Bueno, a todo esto llegamos al prado del Zurraque, paradisíaco, rodeado de magníficas montañas pétreas y he aquí que varios lugareños y de otros sitios, pues canasta en mano y venga buscar setas de cardo, que eso si, hoy nuestros Pablos y Lidias, tan entendidos en setas, pues han aprovechado para seguir instruyéndonos en tan noble pero peligroso o delicado menester. Los puñeteros me han quitado las ganas de seguir cogiendo montones de “gallipiernas” (lepiotas), como el cajón lleno que el año pasado, el Patxi y yo cogimos por la zona de Aguafría en la sierra de Aracena, po no que dicen que se pueden confundir con una muy parecida y que la jodía espera un par de días pa hacerte efecto y dejarte los órganos vitales que ni pa tirarlos a la basura, y yo pensando ya en el mes que viene pa darme otra vez el atracón de gallipiernas, me acordaré de vosotros dos bandidos….
Po bueno, po vale, rapidito y atajando por donde mejor nos parecía con tal de llegar lo antes posible a la falda del Hacho, que aunque no veía yo demasiado entusiasmo en mis compañeros de fatiga por subirlo, se creían ellos que se iban a librar, hasta el Antonio que vaya lata que me ha dado durante la semana con lo de que el Hacho lo primerito ¡ehh! y yo con que, lo del Hacho pal final si da tiempo, y ya lo creo que nos dio tiempo, después de un pedazo de comida en lo alto de un roquedo, como nos gusta, donde hoy hemos vuelto a escandalizar a más de uno con nuestros famosos manjares y bebidas de toda clase, algunas con un poquillo de alcohol, por aquello de aumentar un poco la presión sanguínea y el ánimo y además porque nos gusta tú, pa qué vamos a decir otra cosa que una botella de tinto en la sierra está de escándalo oye. Po eso, que sin darnos cuenta al poco de volver a sudar un par de litrillos más, en unas rocas adecuadas, algunos dejamos las mochilas para ir más cómodo y el integrista del grupo: "po yo me subo con mochila que dejarlas es de mariquitas", po bueno, po mejor, y qué, anda que no se sube ligero ni ná sin mochila, en nada estábamos disfrutando de una de las vistas más espléndidas de la sierra, Montejaque a nuestros pies, cual pueblito de nacimiento, como llamamos nosotros a los belenes, y todo el inicio de la cordada de Líbar, majestuoso ante nuestros ojos y además pues un poquito más, tan solo tres de nosotros, para llegar al pico más alto del puñetero Hacho, que nos hizo sudar y disfrutar de igual manera. Ya quedaba poco del día, así que topabajoduntirón, llegar al pueblo de nuevo, comenzar a caer un chaparrón de esos que na más que caen en la sierra, pa los coches y al bareto Rural de Montellano, donde el Antonio nos ha enviciao de tal manera que no recuerdo ya cuántas cayeron por tal de recuperar las sales minerales perdidas con una carrillada y un bacalao aún mejor, que hizo de ésta una excursión memorable en un día memorable de sierra gris y lluviosa como es esta nuestra Grazalema.

Sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.








COMENTARIOS A LA ENTRADA

Hola Juan José, pedazo de ruta que nos hemos marcado, los llanos impresionantes, los torcalitos igualmente. El Hacho espectacular !!
Vamos que se ha podido aprovechar todos los rincones y momentos, "como el cerdo, que se aprovecha to"
Tenemos que seguir pateando por esa zona y por todos los cerros que la delimitan.
Por cierto, la página escrita con mucho arte !!
Antonio.

Po bueno, po muchas gracias Antonio y por supuesto que seguiremos pateando la zona...
Juan José.

sábado, 13 de octubre de 2012

CRESTERÍA DEL NAVAZO ALTO-13.10.2012




Hoy no tocaban Falsos Llanos, así que cuando Antonio me llamó para darnos un paseo por Grazalema, auguré que nos divertiríamos a tope. A tope nos divertimos y a tope de piedras, esta vez calizas, nos quedamos. Esto es, no eran las 10:15 horas, cuando mochila a la espalda y dejando convenientemente el coche aparcado en Villaluenga del Rosario, nos encaminamos hacia la preciosa dorsal del Navazo Alto (1395 m). El día extraordinario en cuanto a condiciones atmosféricas, movimiento inusual de guardia civil, protección civil, bomberos, helicóptero de la guardia civil, etc, etc. ¡Vaya movida! Éstos seguros que tienen hoy una batida de caza o un grupo que se ha protegido lo mejor de lo mejor…Toparriba mientras nos hacíamos estos comentarios el Antonio y yo. Un poco antes de llegar al área recreativa, cogimos el senderillo que sube hacia la izquierda y de ahí, siguiendo unas señalizaciones hechas muy recientemente con tirillas de plástico, subir y subir hasta darnos cuenta que la dirección no era ya la correcta por culpa de las indicaciones y corregir el rumbo para enfilarnos hacia el inicio de la cordada. El helicóptero, mientras tanto, vengan paseítos parriba y paseítos pabajo, nosotros venga a tirarle fotos. Rincones maravillosos, escondidos en esta zona del Parque, salpicando el recorrido y otro poquito más parriba y otras cuantas fotos al bicharraco volador. Al poco nuestra primera cumbre. A partir de aquí la crestería daba comienzo, la diversión estaba garantizada. En efecto, piedras y más piedras comenzaron a ser sorteadas cual si fuéramos cabras del lugar, un saltito, un saltato y un saltazo más…y  mientras el pájaro volador un paseíto y otro y otro. ¡Vaya cómo se lo están pasando! Po bueno, nosotros más, así que otro poquito, a bajar esta primera crestería y a subir el pico antesala del Navazo (1324 m). Mientras, divisamos un gran grupo variopinto, por donde el Navazo del Cao o Navazo Bajo. Serán los del helicóptero y como parece que se dirigen al Navazo Alto, pues allí les preguntaremos. Dicho y hecho, una bajadita y una trepadita y al momento en el pico cumbre de la ruta, atestada de gente. “Bueno, bueno, vaya cobertura aérea que lleváis, eh”  “Eso quisieran algunos”  ¿?? Entonces lo del helicóptero qué será?? Pues parece ser, nos dijo el guía del grupo, que ayer un espeleólogo tuvo un accidente en la sima del Cao y están allí desde ayer tratando de rescatarlo….Chasco nos llevamos el Antonio y yo. Habíamos estado presenciando en directo un rescate y debido a la lejanía y la falta de datos, pues qué queréis que pensáramos, no es la primera vez que hemos visto grupos de gente con “lanrover” de la poli como escoltas y coche escoba….
Bueno, no tardaron nada en irse de la cumbre este montón de gente, haciéndonos los dueños absolutos del lugar para poder gozar sin límites de una fabulosa comida con cervecita fresquita y mucha, mucha fruta pa quien ya sabéis. Yo en estos momentos, disfruto tanto viendo un paisaje tan bello y hermoso hasta donde te deja ver la vista, hoy el Peñón y Ceuta a tiro de piedra, que me niego a levantarme para seguir andando, así que demoramos y demoramos la salida hasta que el Antonio, el pobre, desesperado de lo que aún nos quedaba pudo convencerme y después del último chupito de adrenalina, pues parriba que habíamos de comenzar la bajada de lo que nos quedaba de crestería. Bueno, bueno,  pues creyendo que lo que nos quedaba era lo más fácil, pues sí, sí…subir no había que subir más, pero saltar, crestear, esquivar, agarrar y saltar, bichear posibles salidas a la crestería hacia la otra vertiente por si acaso, no las tenía yo todas conmigo por ser la primera vez, y otro poquito y una latita de isotónica y unas almendritas y venga sudar de lo lindo y eso que íbamos bajando y otro rodeíto enganchados literalmente de la roca y otro saltito y que esto no se acaba y que esperemos que dure la luz y….
Bueno, pero todo se acaba y nuestra crestería de hoy también y además con luz de sobra para hacernos tres o cuatro kilómetros paralelos a la carretera hasta llegar de nuevo a los coches.
No me esperaba yo este pedazo de ruta con una crestería tan potente como la realizada. Esta Grazalema por algo me tiene abducido. Vayas donde vayas y hagas lo que hagas, siempre descubres nuevos paisajes, nuevos rincones y nuevas emociones como las que hoy nos han proporcionado las calizas de Grazalema.
Hasta la próxima ruta y como siempre:
SALUD Y FALSOS LLANOS.





sábado, 6 de octubre de 2012

GREDOS 2012 - CORRAL DIABLO-JURACO-COVACHA


Un año más, un año más cinco auténticos Falsos Llanos eran estupendamente recibidos, como ya es costumbre, en la preciosa casita de Gredos de nuestro compañero Patxi, echando de menos por primera vez la presencia de Jose, que este año no nos acompañaría ni en la estupenda velada al finalizar la excursión, ni durante la misma y como seguro fiel a posibles alternativas cuando la ruta nos pone en el compromiso de tener que decidir en un momento delicado como veremos más adelante.
Po bueno y además, no eran las 8:15 horas, cuando Patxi, Miguel, Maxi, Antonio y el que siempre cumple narrando la historia, se ponían en marcha desde el Puente de las Juntas, en dirección al pequeño y precioso Corral del Diablo (pequeño circo glacial), donde se encuentra la laguna de la Nava. Mañana insuperable en cuanto a temperatura y condiciones atmosféricas, nada que ver con el fin de semana anterior, que hizo que desistiéramos de nuestro ansiado viaje a estas tierras. Mochilas a las espaldas y parriba por la garganta de la Nava, que el día prometía y la faena era larga y fatigosa. Parece mentira que la única lluvia caída la anterior semana, haya resucitado los riachuelos y numerosas cascaditas que caían por doquier en esta sierra granítica y pedregosa. Las pequeñas praderitas que estaban siendo inundadas para hacer crecer el pasto que comerán las valientes y bravas vacas avileñas y no tan avileñas, pues nos hicieron meter el pie en el fango y este narrador con sus botas más viejas y rotas (hay que ver la vista que he tenido) pues se llevó la humedad toparriba hasta el término de la excursión, momento en que sus pies parecían dos garbanzos en remojo, gracias a la habilidad de su dueño en elegir el calzado de la jornada. Po bueno, po pa mí,  con garbancitos y todo, al nada llegamos a la enorme grieta que el riachuelo ha excavado en la roca, y donde haciendo equilibrios pues comenzaron a llover las fotos en verdad. Un piso tras otro, como decía nuestro Patxi, fueron cayendo debajo de nuestras botas, unas más nuevas que otras, hasta que sin darnos cuenta, más bien la mente que nuestras piernas ya lo iban notando, pues nos encontramos con una preciosidad de laguna que haciendo de espejo al circo que la rodea, te deja impresionadas las retinas hasta que una vez recuperado de la visión, pues ya sabéis, otro montón de fotos y la primera paradita para un picoteo ligero. Bueno, en realidad nos comimos media tortilla de patatas con  cervecitas muy fresquitas, que nos quitó to la tontería que teníamos acumulada hasta el momento.
“Esta es la sierra más bonita de Gredos” nos repitió una y otra vez cansinamente el Patxi, ostras es verdad, este rincón occidental de Gredos es maravilloso, puede rivalizar sin complejos con el majestuoso circo del Almanzor y es tan duro y exigente como éste, pero claro, cuando vas que ni respiración tienes, cuando tienes que seguir subiendo y subiendo otra y otra roca más y el Patxi venga con que esta es la sierra más bonita de Gredos, po no lo descalabramos por ahí por aquello  de que es de bien nacidos el ser agradecidos, que si no el Patxi se queda en un agujero de su sierra tan bonita….
Po bueno, tan parriba íbamos que el Alto del Diablo (2366 m), coronado con una enorme bandera española, ondeaba al viento y donde aún con la que está cayendo en el país de referencia de la banderita, pues nos fotografiamos, respiramos y nos acoj…amos viendo al imponente Juraco (2383 m) que nos retaba desde la lejanía. Paco, nuestro querido compañero que por motivos familiares ha tenido que perderse esta excursión, fue mentado muchas veces a partir de este momento. Os cuento el por qué, verá, si Paco hubiese venido, posiblemente nos hubiera esperado en la laguna pa que nosotros hiciéramos la machada de subir al alto del circo, lo rodeáramos y nos volviésemos a encontrar y pabajoduntirón a la casita, pero claro, como los cinco súper-Falsos Llanos una vez que llegan a una cumbre ya están mirando a la siguiente, po claro, el Juraco se creía que se iba a reír de nosotros, je, je, de momento echamos en falta a Jose, que siempre se sabe el mejor camino y nos evita tener que hacer elecciones en cuanto a qué track de los que llevábamos debíamos de seguir y claro, aunque Patxi y yo nos dimos cuenta nada más bajar del Diablo por donde realizamos la atacada al Juraco la vez anterior, po bueno, da igual, seguimos el track y a ver si descubrimos algo nuevo. Si, si, de momento la primera parte por la crestería, muy cómoda y bonita, pero de pronto ésta se acabó y ¿qué había?, pues un desnivel solo apto para cabras y no cualquier tipo de cabras, solo pa las de Gredos, y ahora qué, ahora nos damos la vuelta o rodeamos hasta encontrar el colladito cómodo o nos tiramos pabajo, po bueno, popabajo culeando y esquivando las silbantes piedras que mis simpáticos compañeros de ruta iban dejando caer a su paso. Superada la bajadita y llegados a un collado desde donde se divisa otra preciosa lagunita, esta vez la de los Caballeros, pues comenzaron, como a veces es habitual, las negociaciones con alguien del grupo, que cuando no es la caló, son las nubes y otro integrante que también nos tiene ya acostumbrados a tener problemas psicológicos con sus piernas, y que como ya sabemos, echarle la cuenta indispensable, seguir subiendo por la cordada del puñetero Juraco, pasar por la ventana espléndida que enmarca la laguna de los Caballeros y llegar prácticamente sin resuello al pico en cuestión, tirarnos en el suelo y sacar las cocacolas y almendras para que la cafeína y las proteínas nos devolvieran a la vida. De nuevo nos volvimos a acordar de nuestro Paco, en estos momentos de bajón físico y que si hubiera venido pues no estaríamos resollando como montañeros. En este punto también nos volvimos a acordar de Jose, ¡uf! vaya día de nostalgias, ya que sabíamos Patxi y yo, que para bajar rápidamente del Juraco y enfilar nuestro tercer pico del día, la Covacha (2395 m) pues existe un paso en forma de chimenea, en el que nos quedamos un pelín pillados la vez anterior, pero que Jose bajando el primero y haciendo de “quitamiedos” fue convenientemente superado, como al año pasado donde el Cuerno del Almanzor, que si no es por el Maxi, este servidor aún está allí esperando un rescate, como si de un país se tratara. Po bueno, esta vez, haciéndonos el distraído el Patxi y yo, pues bajamos del Juraco dando un pequeño, pero fatigoso rodeo, hasta dar de nuevo con la ruta de subida y haciéndole burlas a la chimenea cuando pasamos por su lado y alegrarnos de no haberla bajado, pues continuar un poquitín más, sin vida ya casi en nuestro interior, hasta alcanzar la Covacha. La verdad que mereció la pena pues las tan temidas nubes que nos asustaron momentos antes, se comportaron y no pasaron las montañas, quedándose cuán mar de nubes imponentes y magníficas para ser contempladas, fotografiadas y gozadas en todo su esplendor mientras sacábamos nuestras famosas viandas, aunque hoy, según Antonio, no fueron tan generosas, ni tan ansiosamente consumidas como otras veces y puede que fuera por la falta de fuerzas que ni pa comer venían en tu ayuda.
Bien, nos quedaba la vuelta por la garganta paralela a la de por la mañana, esto es, por la garganta de la laguna del Barco, llamada en los mapas Garganta de la Vega ¿??, grandiosa, majestuosa, dificultosa y durísima en su nivel alto y que había de ser bajada, primero hasta su laguna altera, llamada en los mapas Laguna Cuadrada ¿?? y continuar hasta la del Barco, que este año está más vacía que la cartera del gobierno. Bueno, a partir de aquí, a pesar de la belleza de las numerosas chorreras que produce el agua al caer entre los escalones de las rocas, de las idílicas pocitas dignas de ser llamadas todas y cada una pilitas de la reina, de la majestuosidad del paisaje, de la belleza del sendero sinuoso y de todo lo que queráis más, el agotamiento y la fatiga acumulada, hizo que no disfrutáramos de esta parte de la excursión como en las primeras horas de la mañana en las que muy frescos, disfrutamos en este maravillo e inolvidable día.
La noche se echó encima, como nos gusta a los Falsos Llanos, aunque hoy no me hubiera importado lo más mínimo el no tener que encender las linternas, la mitad de las cuales llevaban las pilas agotadas….

Una vez en casa y recién duchaditos, al no estar nuestro habitual anfitrión Jose, pues el Maxi lo sustituyó en la faena de asar los magníficos filetones de solomillo avileño, saliendo sobresaliente de su responsabilidad y tras las consabidas botellitas de caldo de la Ribera del Duero, para acompañar esta tierna y sabrosa carne, pues la sobremesa arreglando to lo que se nos ocurrió, que si nosotros pudiéramos sacábamos a nuestro país del apuro en cuestión de días…
Como siempre y hasta la próxima:










SALUD Y FALSOS LLANOS.