miércoles, 2 de enero de 2013

CIRCULAR POR LOS LLANOS DEL BERRAL -02.01.2013

No conozco una mejor manera de comenzar el año, no eran las 11:00 horas, cuando mochilas a la espalda, Conchi y Gonzalo, Mª Ló y el que escribe, comenzábamos a andar por uno de los pocos sitios que aún no he pateado en mi queridísima Grazalema, esto es, por los Llanos del Berral. Dejamos el coche en el área recreativa de los Llanos del Campo, cruzamos la carretera y seguimos las indicaciones del cartel del itinerario propuesto en el mismo. Una vez llegados a los llanos en cuestión en casi nada, la zona boscosa y muy húmeda, con cantidad de encinas y quejigos por doquier, giramos a nuestra izquierda y por un sitio que no tiene nada que envidiar a los Alcornocales, pues subimos a un pequeño puerto, casi en la base del Cerro de las Cuevas, que nos enseñó el magnífico Corredor del Boyar y la pared hermosa donde se hayan ubicados entre otros nuestros Jauletas, Saltos del Cabrero y demás. Impresionantes las vistas, impresionante el día de sol, claridad y buena temperatura, tal y como hemos disfrutado durante todas las navidades, impresionante la calidad de la compañía de hoy, mis entrañables compañeras con las que comencé mis primeros pasitos por estas sierras andaluzas e impresionante el vinito de naranja que Mª Ló y yo llevábamos sin habernos puesto de acuerdo y que con el sol en la cara y las vistas que gozábamos pues nos supo a néctar de dioses. Bueno, decir que hoy el ritmito del grupillo era algo lentorro, no importa, hay veces que de lo que se trata es de charlar, andar y estar súper a gusto un día de campo, en vez de pelearte en una ciudad con los baretos de siempre atestados de gente, a pesar de la crisis…

Bien, bien, hoy teníamos también la enorme suerte de llevar con nosotros al extraordinario Artista del Alambre, como se ha dado en llamar en facebook, esto es, a Gonzalo, el compañero de mi amiga Conchi y del cual tengo como recuerdos desde unas simpatiquísimas botas con mi nombre que llevo colgadas del retrovisor de mi vehículo y que siempre causan curiosidad, hasta la bicicleta que está fotografiada en el margen de este blog, así como un anagrama con el nombre de la Sierra de Grazalema y sus montañas que me hizo el tío mientras caminábamos hoy por esta noble sierra. Desde este blog consagrado a nuestros andares por las sierras, darle las gracias a Gonzalo por su amabilidad y detalle en semejantes regalos.
Bueno y además, pues como el caminillo era facilón pero muy montañero, pues lo de siempre, poyaque estamos aquí, vamos a hacer un pequeño buclecito y la zona no veas tú, todavía más bonita, con sus pasitos montañeros y todo y su saltito de pequeña vallita que no ni ná, llegada a un punto de retorno al lado del arroyo de la Garganta del Boyar, seguir un trecho de bajada junto a él y al lado del cortijo del Olivillo, coger la pendiente parriba, comer en un pradito, comenzar a bordear un cerro y por caminos de cabras ir completando un circular hasta llegar al mirador del fin del itinerario de los Llanos del Berral propuesto en el cartelito de entrada.
Pues se acabó, llegada sobre las seis al coche, muy relajados, hartitos de charlas, de comer y de andar, alguno también de hacer alambres, coche pa Sevilla y despedida hasta la próxima que esperemos sea muy pronto.
Como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.




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