Bien, bien, hoy teníamos también la enorme suerte de llevar con nosotros al extraordinario Artista del Alambre, como se ha dado en llamar en facebook, esto es, a Gonzalo, el compañero de mi amiga Conchi y del cual tengo como recuerdos desde unas simpatiquísimas botas con mi nombre que llevo colgadas del retrovisor de mi vehículo y que siempre causan curiosidad, hasta la bicicleta que está fotografiada en el margen de este blog, así como un anagrama con el nombre de la Sierra de Grazalema y sus montañas que me hizo el tío mientras caminábamos hoy por esta noble sierra. Desde este blog consagrado a nuestros andares por las sierras, darle las gracias a Gonzalo por su amabilidad y detalle en semejantes regalos.
Bueno y además, pues como el caminillo era facilón pero muy montañero, pues lo de siempre, poyaque estamos aquí, vamos a hacer un pequeño buclecito y la zona no veas tú, todavía más bonita, con sus pasitos montañeros y todo y su saltito de pequeña vallita que no ni ná, llegada a un punto de retorno al lado del arroyo de la Garganta del Boyar, seguir un trecho de bajada junto a él y al lado del cortijo del Olivillo, coger la pendiente parriba, comer en un pradito, comenzar a bordear un cerro y por caminos de cabras ir completando un circular hasta llegar al mirador del fin del itinerario de los Llanos del Berral propuesto en el cartelito de entrada.
Pues se acabó, llegada sobre las seis al coche, muy relajados, hartitos de charlas, de comer y de andar, alguno también de hacer alambres, coche pa Sevilla y despedida hasta la próxima que esperemos sea muy pronto.
Como siempre:
SALUD Y FALSOS LLANOS.
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