jueves, 27 de febrero de 2014

GRAZALEMA EXTREMA - 27.02.2014



Por fin hoy tocaba una fuerte y rompe-piernas como Falsos Llanos mandan y no una sencillita y cortita como semanas atrás, así que después de llevarnos dos horas planificando y componiendo el track de seguridad el Antonio y yo, de nuestra queridísima sierra de Grazalema, no eran las 9:15 horas, cuando mochilas a las espaldas, el Patxi, el Antonio y el que escribe, salíamos del Puerto del Boyar, por el camino clásico del Salto del Cabrero, hacia la primera de las muchas metas que hoy nos habíamos propuesto, la cueva de los dos ojos como la hemos bautizado nosotros. Primero, por el camino descubrimos una portilla, que el Antonio llevaba tres o cuatro excursiones buscando y que claro, no se entera que si no viene con los Falsos Llanos, esta sierra le esconde todo aquello que busca… Al poco, una subidita potente y la cueva en cuestión a nuestro alcance, una pequeña maravilla, una trepadita fantástica entre rocas calizas verticales y una vista de película toa entera pa nosotros. Fotos a mogollón, a subir un poquito más a la cumbre del peñasco gigante y hete aquí una pequeña y delicada crestita a las que nos hemos aficionado en demasía últimamente, así pues un poquito de equilibrio y ¡sorpresa! que hasta el Patxi nos seguía a pocos metros, la verdad que este Patxi nuestro está que se sale y cualquier día nos pasa, nos deja y que hasta luego lucas, que os espero al final de la cordada…

Bueno, popabajo en dirección a nuestro segundo objetivo, una preciosa pilita o aljibe en un lugar sorprendente y que cuando, después de una pequeña trepadita, dimos con ella, nos dejó con la boca abierta, por lo maravilloso del sitio, por la perfección de su diseño y por el sistema de recogida de aguas. Lo mismo, montón de fotos, averiguar su enorme profundidad para lo pequeña que era y bajar por un escape fácil y no trepando como un poquito antes.
Muy bien, ahora si íbamos en dirección al tercer y más potente objetivo del día, el túnel del Coargazal, en lo alto de una mole caliza, descubierto años atrás y que teníamos en mente llegar a él por su cara norte, que en fortísima subida nos dejaría en la entrada previa al túnel, totalmente vertical, pero con apoyos suficientes para después de una interesante trepada, entrar triunfalmente en el mismo. Por supuesto inmortalizamos la subida con sus correspondientes fotos y no sé aún si alguien hizo algún vídeo de la trepadita. Aquí, naranjita reponedora y decidir dar un pequeño rodeo circular para buscar un interesante arco calizo (cuarto objetivo), localizado la vez anterior y que el Antonio tenía interés. Así que pabajo un poquito, localizar y fotografiar el arco haciendo equilibrios sobre él, encontrar una grietecita mona en forma de chimeneta pequeña y escalar de lo lindo, disfrutando gozosamente hasta llegar a la crestita del Coargazal, disfrutona como pocas, volver a pasar por encima del túnel, continuar la cresta y casi al final volver a decidir realizar una crestita inédita que salía hacia nuestra izquierda y que una vez puestos, po a seguir roqueando, subiendo, bajando, marineando y gozando hasta el límite. La verdad, comprendo que el que nos vea realizar estas rutas, pensará que estamos locos, pero es que estamos abducidos por las crestas rocosas y no hay manera de desengancharnos de las mismas….

Llegamos a la vaguada del Jauletas y decidimos también sobre la marcha subir al mismo (quinto objetivo), comer como dioses en su cumbre, en el mejor balcón de Andalucía para mi gusto, y más rápido de lo normal, tirar pabajo para cruzar una zona muy boscosa y salvaje, cubierta totalmente por matorral y protegida por formaciones rocosas en su perímetro. Esta zona, años ha, el Patxi y yo, cuando aún no disponíamos de gps, tan solo brújula y mapa, la cruzamos en línea recta, arañándonos, gateando, reptando debajo de matorrales…hasta salir del infierno y localizar la ruta de escape del Salto del Cabrero. Esta vez, con nuestro track de seguridad, proporcionado por el Antonio, pues la cosa fue mucho más fácil, bien es verdad que la experiencia que ahora tenemos es muy superior a la de esos tiempos y nuestra agilidad y gustos por zonas salvajes ha aumentado en exceso.





Po bueno, después de cruzar la zona en cuestión, pabajo a la vaguada del arroyo Piletas, que se dirige hacia Benaocaz y localizar la entrada al Hoyo (sexto objetivo), dicha entrada no es ni más ni menos, que un caos total de enormes bloques de piedra que están esperando a que los Falsos Llanos la suban trepando, escalando y buscando los pasitos más apropiados para llegar a la zona conocida como el Hoyo, rincón maravilloso al que no le falta de ná. Aquel día narrado líneas arriba hace bastantes años, por equivocación, llegamos el Patxi y yo a esta zona, tropezándonos literalmente con una pared de piedra, imposible de sortear y de salir por lo que tuvimos que volvernos hacia atrás en fortísima subida a recuperar el itinerario. Hoy tenía yo ganas de volver a localizar dicho hoyo y averiguar si realmente tenía salida o aquel día no fuimos capaces de localizarla, así pues después de fotografiar algunos arcos calizos preciosos y bichear un poco la zona, localizar el punto concreto y tratar de bajar al mismo. Nada, nos tropezamos después de bajar por sitios imposibles, con un salto de unos cuatro metros, totalmente vertical y que aunque llevábamos una cuerda, no quisimos arriesgar y tuvimos que retroceder y buscar otra salida del Hoyo, que efectivamente hoy constatamos que no tiene otro posible escape que no sea la de volver por donde mismo has accedido. Así pues, a seguir escalando y trepando hasta dar con la sendilla que baja al Hoyo desde un puertecito existente al final de la Pinaleta. Subir al mismo y comenzar a notar que las piernas y la fatiga iban ya haciendo mella en nuestras fuerzas. Eran ya pasadas las cinco y media cuando llegamos al puertecito, así que nos tomamos una lata rehidratante y unos frutos secos y decidir que la subida al pico Falsos Llanos por su crestería, lo dejaríamos para otra ocasión. Estos dos compañeros de fatiga tan sensatos me están ya fastidiando, porque lo normal era haber seguido nuestro elaborado track y si se hace de noche po mejor y si nos quedamos sin agua po mejor y si nos duelen las piernas po mejor y si llegamos desfallecidos po mejor o acaso no semos Falsos Llanos Extremos y al Límite, po nada, a atajar el itinerario propuesto y llegar casi de noche al coche que vuela bajito y en el bareto de Montellano reponer las sales minerales perdidas y que ya sabéis que os penséis para la semana que viene el venir con nosotros que no queremos ya na más que piedras, piedritas y piedrotas.
Sin más y hasta la próxima y como siempre:


SALUD Y FALSOS LLANOS.  

domingo, 16 de febrero de 2014

PEÑÓN GRANDE DE GRAZALEMA Y MÁS...16.02.2014



Una facilita y cortita pal Domingo, si, si, creo que esta cantinela ya me va sonando, ni facilita ni cortita, que cuando estos Falsos Llanos extremos y al límite se ponen a andar y a investigar en una sierra como nuestra queridísima Grazalema, pues que se nos van las piernas palante y toparribaduntirón y casi sin darnos cuenta no eran las 10:15 minutos, cuando el Patxi, el Antonio y el que escribe, salíamos del puerto del Boyar en dirección al Peñón Grande de Grazalema, con la intención de investigar su cumbre y una futura atacada a su cresta final, algo puñetera y comprometida, según todo lo que habíamos leído hasta el momento.
Si, si, investigar, una vez en la parte alta del peñón, paisajes y rinconcitos idílicos, cuchillares afilados como navajas to enteros pa nosotros, llanitos verdes con sus respectivas roquitas tapizadas de musgo, un poquito más y la crestita final delante nuestra. Que si seguimos avanzando y bicheamos de cerca el asunto, ¡que vaya!  un pasito con salto incluido, que mejor no lo hacemos no vaya a ser que luego no podamos salir de aquí…que mejor vamos patrás y damos un rodeíto, que mejor aún nos vamos patrás y a ver que podemos hacer ya que nos hemos salido totalmente del track de seguridad que siempre llevamos y que casi siempre hacemos caso omiso del mismo. Po bueno, parece que por aquí sí es atacable la crestita, así que ya lo sabemos para otra ocasión, pero claro, aunque no estaba en nuestras intenciones la crestita puñetera, el coleccionista de picos del grupo, osease, el Antonio, que si mariquita el que no suba, que cuando vamos a venir otro día y todas esas cosas tontas que se dicen para convencer a los que están convencidos pero les gusta que alguien les dé un empunjoncito, vamos, como cuando de novios quieres decir que si, pero dices que no…. Así que sin más tonterías, dos de los tres treparrocas que íbamos, dejamos las mochilas a cargo del tercero y a subir o mejor dicho a trepar por un caos de rocas, por grietecitas chulonas, saltitos y agarres que te dejan los músculos de la parte superior listos pa toa la semana, llegada a la cresta, marinear por donde mejor te parece, llegada a un pasito delicado, que si bajar vale, pero podremos subir luego??? Bueno, un intento de bajada y verificar que la subida sería incluso más fácil que la bajada y sin pensarlo más, saltito y nueva escaladita hasta conseguir la cumbre más alta del  Peñón Grande de Grazalema. Día magnífico en cuanto a temperatura y ausencia de aire, fotos a mogollón, plantear el resto de la ruta desde la cumbre al mostrarse ante nosotros de manera insinuante la vaguada del Reloj-Simancón con su enorme y gigantesco caos de rocas y decidir que hoy era el día indicado para intentarlo, así que pabajo a enlazar de con nuestro compañero y con las mochilas de nuevo a las espaldas, terminar la bajada canalla de la falda del peñón, localizar la grieta de escape de la misma, coger la senda clásica de subida al Simancón desde los Llanos del Endrinal y a mitad de camino, desviarnos a nuestra izquierda, atravesar los pocos pinos que ya iban raleando, contactar con el caos de rocas y toa la felicidad pa nosotros, que si hay algo que nos guste y con la que disfrutemos a tope, es un caos total de rocas, roquitas y rocotas y un día entero pa disfrutarlas, subiendo, esquivando, fotografiando y así hasta superar casi seiscientos metros de desnivel, toduntirón, en una rutita facilita y cortita pal Domingo.


Ya en la misma vaguada del Reloj-Simancón, paradita para avituallarnos y recuperar sales y energías y de nuevo culminar la atacada al Simancón. Nuevos, aún nos sentíamos nuevos hoy, así que más chulos que un ocho, decidir ahora realizar la cordada del macizo que teníamos delante y colonizar el Yedrales y otros piquitos más de la zona y para terminar como Falsos Lllanos mandan el día, desviarnos un poquitín para fotografiarnos encima del arco del Endrinal, localizado hace un par de años desde su parte baja y hoy por supuesto colonizado e inmortalizado desde su parte superior.
Ahora si, ahora ya si estábamos satisfechos de la hazaña realizada y solo nos quedaba tiempo para el regreso, bajando al puerto del Endrinal y de nuevo al Boyar, donde como siempre el coche del Antonio nos llevó volando bajito al bareto de Montellano a recuperarnos de las sales minerales perdidas en un día facilito y cortito como el de hoy.
Sin más y como siempre, hasta la próxima hazaña:


SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 1 de febrero de 2014

QUEJIGALES - CERRO CUEVAS - 01.02.2014


Cuatro, cuatro Falsos Llanos, cuatro verdaderos Falsos Llanos, cuatro verdaderos Falsos Llanos Extremos, no eran las 10:00 horas, cuando mochilas a la espalda, salían  de Quejigales en dirección a la cañada del Cuerno, para que en su mitad nos dirigiéramos a la cañada de Enmedio, con una continua y suave llovizna y un viento cada vez más fuerte, que nos castigaba la cara, las manos y lo poco que se podía llevar al descubierto en un día como hoy, que aunque esperábamos nos fuera a respetar, pues todo lo contrario, nos ha castigado, nos ha maltratado, nos ha mojado, mejor dicho nos ha calado hasta la ropa interior y todos los útiles que llevábamos, no nos ha dado tregua ni siquiera para comer y ni nuestras flamantes boreales nos han protegido de una fina lluvia continua y caladora que se filtraba y resbalaba por la capa, iba a parar a los pantalones o polainas y de ahí al interior de las botas, perneras, calzones, mochilas y hasta los chaquetones con membrana o bien por simpatía o por el efecto de nuestra propia transpiración, el hecho es que después de cinco horas y media de marcha forzada, todo, absolutamente todo, hasta el alma si es que estos Falsos Llanos la tienen, estaba calada…
Bien, y además,  pues felices y contentos íbamos el Patxi, el Antonio, el Miguel y el que escribe, subiendo sin parar y a muy buen ritmo, por un trocito de senda que aún no habíamos pisado, pocos metros, pero aún vírgenes para estas botas extremas, contentos sí, pero con la mosca detrás de la oreja, pues aunque sabíamos que el día era de lluvia y que habíamos anulado la convocatoria ordinaria de Falsos Llanos, teníamos la premonición de que hoy nos iba a nevar en una de nuestras sierras preferidas, la Sierra de las Nieves, en la serranía de ronda (Málaga), así que parriba por la cañada del Cuerno en principio, para poco después desviarnos hacia la cañada de Enmedio, dar con la senda que viene de la cañada de las Ánimas y caernos en el pozo de nieve, que ni nieve ni ná, agua y llovizna helada es lo que tocaba hoy.
Aún teníamos esperanzas para el día, así que entre algún neverito y otro tomar la senda clásica en dirección al Torrecilla y sin parar de llover y hacer viento pues que a ver si localizamos la cueva del Oso en el cerro del Oso, tal y como indica el mapa, y así motivados a ver si de camino se animaba y comenzaba la nevada tan ansiada, pues nada de nada, el cielo se esclarecía en lugar de ponerse gris plomo y eso sí, venga agüita, venga ventolera helada que hasta la cara nos quemaba, parajes idílicos iban pasando debajo de nuestras ya caladas botas sin que pudiésemos siquiera fotografiarlos, pegar un vistazo al monte, eso es un decir, puesto que lo que realmente hicimos fue luchar y resistir una fortísima ventolera helada en nuestras caras, guantes empapados y que vámonos ya que la maldita cueva ésta seguro que ni siquiera está en este monte, como suelen ser las jugarretas que hacen los mapitas del IGN normalmente. Ya por la noche, relajado y calentito en casa localicé en efecto una ruta que lleva a la cueva del Oso y por supuesto que no está en el monte con dicho nombre sino algo más allá. Ya la localizaremos en otra ocasión.


Mientras tanto faldeamos otro monte hasta dar de nuevo con el camino clásico del Torrecilla, llegar hasta el Pilar de Tolox, refugiarnos en uno de sus preciosos abrigos, quitarnos las capas chorreantes, sacar algo de comer y beber, empezar a quedarnos entumecidos de frío, decidir no subir al Torrecilla, lo único sensato en todo el día y regresar buscando un caminillo que llevaba en reserva por si había que volver rápido. Encontrar muy pronto dicha sendita, llegar a una preciosa dolina y enlazar con el sendero de la antena de las Nieves. Comenzar a bajar la cañada del Cuerno, mojados a esta altura tanto por fuera como por dentro, bajar y bajar como posesos, alguna fotillo con el Migué marineando en algún tronco, poner cara de felicidad ya que estábamos haciendo lo que más nos gusta, es decir andar por la sierra en Sábado, enfangarnos hasta los ojos en la parte baja de la cañada, cambiarnos como pudimos en los Quejigales, las manos de puro frío no respondían y no había manera de desabrocharse los cordones de las botas y los botones de los pantalones y salir de allí en dirección a nuestro querido bareto de Montellano, que hoy por lo temprano que era, pudimos pillar los famosísimos buñuelos de viento con un chocolate muy caliente que nos devolvió a la vida, aunque el Antonio hubiera preferido el pobre un par de tercios pa un día que no tenía que conducir…
No estamos locos, sabemos lo que queremos, así que damos por buenos los 14 km de ruta en el mini paraíso de la Sierra de las Nieves y sin más y como siempre:


SALUD Y FALSOS LLANOS.  esperábamos qento, que nos castigaba la cara, las manos y lo poco que se puede llevar al descubierto en un d eran las 10:00 horas