sábado, 14 de febrero de 2015

SIERRA INÉDITA EN SERRANÍA DE RONDA - 14.02.2015



Bueno, pues como viene siendo habitual, el Antonio y el que escribe, no eran las 10:05 horas, esta vez de nuevo en Sábado como es nuestra costumbre, salíamos de una pista forestal a unos seis kilómetros antes de El Burgo, en la serranía de Ronda, donde el cortijo de Añoreta, según el mapa del IGN, a descubrir un trocito de sierra inédita para nosotros, las estribaciones más altas de la Sierra de los Merinos, o la continuación hacia el norte de Sierra Blanquilla. Esto de la toponimia es algo confuso, al menos en los mapas que nosotros manejamos, dependiendo del que utilices aparece un nombre u otro o simplemente ni aparece las más de las veces, así que saber que todos los nombres que usamos en este blog, suelen salir de los mapas del IGN que son los que disponemos…
Bien y además, pues la mañana no prometía nada bueno, comenzamos a andar con una lluvia fina que al momento se disipó para dar lugar a una neblina espesa que nos hizo pensar que no íbamos a ver ni a tres en un burro en todo el día, así que algo resignados palante, a subir el primer piquito del día, una tontería, pero ya sabéis que hay que subirlos todos para el coleccionista de picos, osease, el Antonio y fijaros qué curioso, que el IGN lo nombra como Carramolillo de Serafín, muy cortito, con una pequeña escaladita y coronado. A seguir hacia el siguiente, que curiosamente, aunque es una nadería, también viene nombrado en el IGN como Cerro de los Majanales. Niebla en pleno apogeo y a seguir hacia nuestra crestita de rigor con comienzo en el Puerto del Rabón. A partir de aquí, comenzó la niebla a disiparse algo, dando lugar a un cada vez más fuerte viento, el cual, junto con lo resbalosas que estaban las moles de rocas, pues a disfrutar, aunque algo cagadillos de miedo, por aquello de que un resbalón y adiós al senderismo, montañismo, treparroquismo, o como se llame lo que últimamente hacemos las más de las veces…

Crestita preciosa superada, el viento cada vez más puñetero y a bajar del último peñón por el sitio opuesto al que habíamos subido, pues nos asustaba el bajar por donde mismo, así que sin saber lo que nos esperaba, bajar poquito a poco, localizar una grieta adecuada y continuar bajando hacia el lecho del barranco, mientras decidíamos por dónde subir a la mesetita que tratábamos de explorar. Siempre llevamos track de seguridad, pero esta vez el mismo estaba hecho sobre el mapa directamente con el ratón del ordenador, así que sobre la marcha teníamos que ir tomando las decisiones más correctas para el buen fin de la ruta, cosa rara pero le hicimos caso al track y a subir a lo bestia por un destrepe enorme de rocas hasta el Cerro del Espartal y de allí hacia los piquitos más emblemáticos que íbamos viendo. Ya la niebla se había ido totalmente gracias al fortísimo vendaval por lo que comenzamos a ver la sierra entera y sus alrededores. En uno de los piquitos, nos comimos nuestra naranjita de marras, a resguardo del viento, constatar que el terreno no era tan difícil como me lo había parecido cuando compuse la ruta y palante hacia el Cerro del Águila y luego al Cerro del Moro, con una enorme antena, que silbaba cuan camión rugiendo al viento, según decía el Antonio.

A partir de aquí, dirección al denominado Castillete, muro de roca natural que destaca del paisaje y con vistas privilegiadas hacia las sierras que lo rodean: Cabrilla y Prieta, Alcaparaín, Huma a lo lejos, la de Tebas y Cuevas del Becerro al oeste y por último decidir llegarnos al piquito más extremo del track. Buena decisión, pues al llegar nos encontramos con una terraza gigante junto a un precipicio, con vistas increíbles y un balconcito idílico, de esos que nos gustan para comer y comer y beber y beber y no querernos ir de allí porque un sitio como éste no lo cambiaba yo ni por el mejor restaurante del mundo, que el bocata de chorizo, mortadela o de tortilla está exquisito en estos parajes y que po bueno, a levantarnos, a coger caminito de regreso dando un pequeño rodeo hasta colonizar el Juan Pérez (1214 m), luego el Escobonal de igual altitud y seguir hasta dar con un caminillo semi perdido, posiblemente construido para la repoblación forestal de pinos de la zona, bombas incendiarias en potencia en estas tierras de enorme caló, para terminar bajando de nuevo al coche de la manera más cómoda posible y encima con el sol fuera y buena temperatura.

Antes del coche visitamos un pozo antiguo precioso, rebosante de agua cual manantial, en lo que se llama Venta de Añoreta y pa casa, pasando previamente por nuestro bareto de turno de Montellano (Bar Rural) y sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

domingo, 8 de febrero de 2015

PRIMER TERCIO CORDAL PUNTAL RAYA Y SALAMADRE - 08.02.2015



Esta vez solo dos, el Antonio y el que escribe, no eran las 10:15 horas, cuando mochilas a las espaldas, salían de Villaluenga del Rosario, desde el mismo pueblo, ya que el caminillo en fuerte pendiente hasta el Puerto de las Viñas estaba nevado y semi congelado, así que después de una intentona, el piloto habitual decidió aparcar en el pueblete. Mañana muy fría, totalmente nublada la sierra de Líbar a la que nos dirigíamos y parcialmente nevada, por lo visto el Sábado cayó una buena en estas sierras, así que parriba, cruzar los Llanos del Republicano y comenzar a ascender el Puerto el Correo, estrecho, inclinado, precioso…
A mitad de camino, antes de llegar al siguiente llano, el de Líbar, nos encontramos a nuestra derecha una cordadita, partida en dos, un primer tercio que acaba a mitad de los Navazos de Líbar, donde el refugio rodeado de preciosos pinsapos y otros dos tercios que acaban en el Puntal de la Raya, nuestro destino. Sí, sí, nuestro destino, ya le decía yo al Antonio que esta sierra es mu puñetera, pero él, claro, que la cresta es mu ancha por arriba, que es facilona, sí, sí, nada más comenzar el primer tercio de cordada, comenzaron a surgir los primeros cuchillares calizos, gigantes como en pocos sitios, comenzar a trepar, marinear, culear y todos los ar del mundo entero, disfrutona eso si, pues a nosotros nos dan un roquedo como éste y se nos hace la boca agua, siempre que no existan sustos vertiginosos, pues que venga, que palante y de nuevo otro cerrete que había que subir y de nuevo bajar y así hasta cinco cachos de rocas en forma de montañita con calizas afiladas como navajas y nosotros, pues que disfrutando, pero con algo de bulto en donde la corbata, pues la nieve caída tapaba posibles agujeros y no las teníamos todas con nosotros, por aquello de que un pequeñísimo accidente te dejara fuera de combate en estos roquedos…


Las horas iban pasando y no terminábamos de salir del primer tercio de cordada, por lo que comenzamos a intuir que hoy, lo del Puntal ni de lejos, así que hacia las dos de la tarde cuando por fin lo terminamos, en la casita preciosa, hoy nevada, rodeada de hermosos ejemplares de pinsapos y que creo que sirve de rufugio, sin embargo hoy tenía echada la llave??? pues sensatamente nos decidimos el dejar el Puntal para otra jornada, comenzando desde el término de hoy y pa terminar el día, pues subir al Salamdre, que estaba nevado y magnífico.
Claro, dos Tragos Largos como nosotros, no vamos a subir por el camino fácil, no, enfilamos la falda del Salamdre por donde mejor nos pareció, a pelo y sin anestesia previa, toparribaduntirón, llegar con el hígado en la boca, quedarnos anonadados ante el majestuoso paisaje que formaba el Llano de Líbar rodeado de montañas nevadas, el cielo gris plomo, que a ver si hay suerte y nos nieva, que comienza a animarse, pero lo único que nos cayó fueron mini copitos de nieve muy dispersos y que pabajo, que hace tela de frío, que vamos a seguir por la cordada amplia y larga, que nos encontramos con una bajada y una subida y que por ahorrárnosla decidimos bajar hacia un enorme cráter rocoso, que casi nos riscamos entre tantas rocas y agujeros puñeteros, que logramos salir por puro empeño de no dormir en el agujero y a seguir bajando del Salamadre, que por hacer un cominito, nos hemos tragao un cominazo, ya que aún nos quedaba todo el regreso y eran casi las seis de la tarde, así que palante, a mirar el suelo, a bajar por donde el sendero que desemboca en la casa de las Merinas, atravesar de nuevo el Republicano, subir la maldita cuesta de las Viñas y llegar a las ocho, completamente de noche, desfallecidos, un Domingo que se supone que realizamos una cortita y sencillita.

Bueno, pues hasta la próxima que podamos concluir los dos tercios más puñeteros de cordada hasta el Puntal de la Raya, sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

domingo, 1 de febrero de 2015

SIERRA DE LAS NIEVES - CUEVA DEL OSO - 01.02.2015



No nos gusta, pero hoy hemos cambiado el Sábado por el Domingo y así esquivar la lluvia que daban todas las predicciones en nuestras sierras, así que no eran las 10:00 horas de un Domingo muy soleado, excepto en las cumbres de la Sierra de las Nieves donde la típica boina de nubes hacía su presencia, cuando mochilas a las espaldas, el Patxi, el Antonio y el que narra, salían de la zona llamada Quejigales y a cero grados de temperatura comenzábamos la ascensión al pico de los Enamorados para terminar de conocer un trocito de ruta aún no hoyada por nuestras botas. En efecto, comenzamos al principio cogiendo la clásica al Torrecilla, para antes de conectar con la senda de la Cañada del Cuerno, desviarnos hacia la izquierda y realizar una de las dos o tres tonterías que hemos hecho hoy, es decir, tratar de acortar el camino amplio y cómodo que sale de los Quejigales dirección al Peñón de Ronda, para llegar de nuevo al mismo, por un senderillo embarrado y sinuoso. En fin, lo único bueno es que nos permitió ver a una pareja de zorros la mar de monos, desembocar en el camino a la altura de una charca con dos pinsapos, uno de ellos caído, y continuar como si fuésemos a la Cañada de las Ánimas. Al poco, obviar el desvío de dicha cañada y continuar rectos, internados en un magnífico pinsapar, precioso, perfectamente conservado, con ejemplares majestuosos y centenarios, rincones con abrigos rocosos cubiertos de verde musgo y nuestros primeros carámbanos de hielo con el que se emplearon cientos de fotos… Precisamente ésta parte del sendero hasta los Enamorados es la que no conocíamos, bueno creo que el Antonio sí la había realizado, pero claro, no en nuestra compañía, por lo que se perdió el trazado completo y hoy con muy buen criterio sí que se vino con sus Tragos Largos auténticos, con los que después de desviarnos un poco para pisar un piquito y tratar de adivinar una rutita que teníamos frente nuestra y que sobre el papel está ya elaborada, pues a ver quién decía la tontería más grande, que al poco él mismo desmentía y decía que donde había dicho un nombre decía el contrario, así que nos tomamos unas naranjitas muy, muy frías, debido a las bajas temperaturas que soportábamos y palante pal Enamorao. La sendita, al entrar en una pequeña torrentera, se nos perdió por lo que comenzamos a subir por donde mejor nos pareció. Ya con el pico a nuestra vista y un mar de cojines de la monja, piornos o como se llamen según el lugar donde estemos (Erinacea Anthyllis), en lugar de acercarnos lo más rectos hacia la base del Peñón, pues nos desviamos un poco, siguiendo el track de seguridad, que aquí de nuevo, como al principio del camino, la volvió a cagar, por lo que al final, por medio del piornal hasta dar con el camino bien trazado que viene del Puerto del Saucillo.


De nuevo buen sendero y al momento localizar el objetivo de la excursión de hoy, la Cueva del Oso, que en todos los mapas que conocemos viene señalada erróneamente en un cerro bastante más al sur. Ésta es una cueva que si la vas buscando en un día claro como el de hoy y estás algo orientado, desde donde estábamos la localizas de un solo vistazo, pero claro, si las muchas veces que hemos estado en la zona no hemos tenido la intención de localizarla y cuando la hemos tenido había la típica niebla de la zona, pues resulta que el año pasado precisamente por estas mismas fechas, con un día lluvioso como el peor que hayamos tenido, donde la lluvia nos caló hasta los calzoncillos y no vimos ni tres en un burro y además el track elaborado tan solo con la información de los mapas, inocentes de nosotros a estas alturas que creemos que venimos de vuelta de la montaña, sí, sí, pues pa nosotros se queda el maldito día de lluvia, frío y viento que sufrimos hace exactamente un año… Hoy no, hoy íbamos bien orientados gracias a una foto localizada en un blog, creo que Grupo Extremo de Ronda, y posteriormente llevada al mapa y su correspondiente track de seguridad, pues nada, nada, primero nos decía dicho track que siguiéramos el camino hasta la base del Cerro Alto y una vez en la cumbre, tan solo seguir la cordada hasta tropezarnos literalmente con la cuevita, pero claro, somos los Tragos Largos y hacemos lo que nos da la gana y no lo que sensatamente nos indica el track, así que de nuevo hacer caso omiso del mismo, aprovechar una vaguadita en línea recta con la cueva, fotografiar los magníficos ejemplares de quejigos de alta montaña, ya sabéis que son mis árboles preferidos, hoy totalmente congelados y vestidos de hielo blanco, miles de fotos, y ya en la base de la cordadita donde la cueva, decidir comenzar la misma desde el principio en su parte más hacia el Este, subir y quedarnos anonadados ante la belleza de los primeros abrigos decorados con carámbanos de todos los tamaños y formas posibles, asomarnos hacia la imponente Cañada de las Carnicerías, babear ante tanta majestuosidad, seguir temblando de puro frío por culpa del maldito viento a pesar de ir exageradamente abrigados, subir a la cordadita, llegar por fin a nuestra ansiada Cueva del Oso, de nuevo miles de fotos, algunas de concurso, otras pa tirarlas sin verlas siquiera y refugiarnos del aire maldito, al sol y a comer nuestras viandas, que cada vez son más escasas y con menos bebidas espirituosas, en fin, será la edad…
Comentar también que hoy esta espléndida sierra, nos ha sorprendido por el hielo que cubría por su parte norte, tanto a plantas como a árboles, incluso al suelo, el cual también estaba congelado y duro como una roca, de manera que si íbamos dirección norte, lo veíamos todo blanco y bello y si mirábamos hacia atrás, lo veíamos todo verde y magnífico…



Bueno, pues era Domingo y ya sabéis que los Domingos toca una sencillita y cortita y realmente hoy lo era, pocos kilómetros, no demasiado difícil, pero que la climatología específica del lugar, nos la hizo algo más larga y sobre todo algo dolorosa por culpa del frío canalla al que no estamos acostumbrados, ya sé que algunos del norte lo mismo hasta se ríen, pero en fin, estamos en el sur… Así que a completar la circular, de nuevo haciendo otra tontería y en lugar de ahora sí, seguir la cordada hasta la cumbre del Cerro Alto y enlazar con el camino clásico del Torrecilla, pues a trochar por medio del campo, de nuevo por encima de los cojines, al menos no perdimos altura, por fin conectar con la senda clásica y tomar dirección al Pozo de la Nieve. En este punto con más frío que otra cosa, comenzar la bajada hacia Quejigales por la senda que une por medio las tres cañadas, magnífica, solitaria, nos despegamos de varios grupos muy numerosos que bajaban del Torrecilla y conectados con la Cañada del Cuerno, bajar, atravesar el fangoso pinar de repoblación en la base de la montaña, coger la nave voladora del Antonio, atracón de “biñuelos” en Puerto Serrano y pa casita que mañana había que currar.

Sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.




COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Huuuuyyyyy... por poco, picha... por poco.
Igual lo ves en nuestro blog, pero el domingo, día poco habitual en nosotros también, y también para evitar las lluvias del sábado... también fuimos nosotros a la bandolera y serrana... y helada Sierra de las Nieves... es más... también pasamos por el sendero de 1500 (o algo así le llaman), donde dimos buena cuenta de nuestras viandas... para evitar romerías. Si os llego a ver... os hago un té, compañeros!
¡Que cerquita hemos estado!...
Un abrazo.

COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Muchas gracias Isabel, por supuesto que tenemos pendiente ese pedazo de té en plena sierra. Como muy bien dices en tu blog (http://isabelcaceres-caminosycaos.blogspot.com.es), hoy en día, cada vez hay más personas que se adentran en el bosque, sierra o caminos sin preparación física alguna, ni equipo correspondiente. Cuando accedimos a la Cañada del Cuerno, ya de regreso, nos tropezamos con varios de grupos a cual más variopinto, niños cansados y mal calzados, alguna mamá que no sabía ya donde poner los pies...luego nos cierran los caminos, los parajes, las zonas rocosas, porque encima, después hasta se deciden a denunciar al organismo correspondiente por no estar perfectamente habilitados estos parajes naturales, que como tú, pienso que su mayor valor es dejarlo tal y como están... Este Sábado queremos intentar la cordada del Puntal de la Raya, así que si os animáis, nos tomamos el té y nosotros convidamos a algún traguito espirituoso...
Un fuerte abrazo. Juan José.