Bueno, bueno, tenía ganas el Pablo de hacer la Sevilla - Huelva en bici, pero teniendo en cuenta la fecha en la que estamos y que él tenía que venir desde Cádiz, pues nos planteamos mejor pa comenzar la Sevilla - Niebla, que no está nada mal.
Bien, llegó el día y comenzamos saliendo una hora y cuarto más tarde de lo previsto, esto es, en lugar de salir a las 9:00 horas, ya de por sí ajustadilla, salimos casi a las 10:15 horas.
Día de más caló de todo el veranito tan fresquito que hemos disfrutado este año, también es puntería oye, pero qué le vamos a hacer, nuestra intención no era luchar contra los elementos que al final nos la jugaron.
Comenzamos la bajada del Aljarafe a través de Sanlúcar la Mayor, de lo más contentos, ciclada fácil, llano y bajada fantástica del Aljarafe.
Llegada al Guadiamar y a su fantástico Corredor Verde, costeado con la inmensa fortuna que nos costó a los andaluces el desastre de las minas de Aznalcóllar, por culpa de la incompetencia de nuestra Administración y la maldita empresa Boliden, que a ver si le dejan hacer la misma barbaridad en su maldito país de procedencia como aquí le consentimos y además subvencionado.
Bien y además, pues coger el camino que nos adentra en la zona de Abengoa Solar y su "Plataforma Solúcar", maravillosa experiencia de uso de nuestro enorme potencial solar, seguir ciclando ya con más caló, el paisaje a partir de aquí se hace bastante más árido y por fin llegar a nuestro primer avituallamiento, en la ermita de Tejada la Nueva, donde existe un yacimiento arqueológico del mismo nombre y considerado uno de los principales yacimientos prerromanos de Andalucía. Aquí nos refrescamos en una hermosa fuente con dos grifos y nos comimos nuestro bocata de chorizo con pedazo de cerveza muy fresquita y para que sepáis que todavía existen personas amables, que se preocupan por los desconocidos y que les ofrecen ayuda desinteresada, pues una chica que llegó en esos momentos a una de las casas de la aldeíta, nos ofreció agua, fruta y que lo que necesitáramos no teníamos nada más que pedirlo. Por supuesto se lo agradecimos gentilmente y antes de irnos nos salió con una jarra de agua muy fría con la que llenamos nuestros botes y continuar el camino con la agradable sensación que nos causó esta persona. Desde este blog de montaña, senderismo y ciclismo, muchas gracias a todos aquellos y aquellas que aún sois amables y en especial a esta chica de la que ni siquiera sabemos su nombre. Muchas gracias.
Bueno, po a partir de aquí es cuando comenzó lo mejor, porque la temperatura era más bien alta oye, el pedaleo se ralentizó y comenzamos a sufrir las consecuencias. De haber seguido con nuestro ritmito, los treinta kilómetros que nos quedaban para llegar a Niebla, los habríamos hecho en un par de horas y a las tres a recuperar líquidos en algún baretillo, pero como las fuerzas no nos acompañaron, pues a las tres estábamos a la sombra de una casetilla de bombeo tratando de reponernos de la enorme pájara que la caló y el esfuerzo habían llamado. Pues nada, una horita descansando y tratar de volver a ser personas y palante otro poquito hasta llegar a un cruce de carreteras, vislumbrar un pueblo a tiro de piedra, pedir agua en unas naves que casi nos negaron y llegar al pueblo en cuestión, que no era otro que La Palma del Condado. En la cantina de la estación de trenes, reposición forzada y a lo bestia de líquidos y a esperar más de dos horas, comiendo, bebiendo y haciendo turismo, mientras llegaba el tren de vuelta a Sevilla.
Sin más y hasta que haga menos caló y como siempre:
SALUD Y FALSOS LLANOS.
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