miércoles, 24 de septiembre de 2014

CICLANDO POR LA VÍA VERDE DE LA SIERRA-20.09.2014


Hace tiempo que descubrimos el Barbazul en una ruta ciclista que va desde Puerto Serrano a Olvera, por la denominada y ya muy conocida Vía Verde de la Sierra. Así que a petición de Pablo de Cáiz, pues no eran las 10:30 horas cuando montábamos en nuestras máquinas de pedalear, después de un pequeño percance, no sería el único del día, con una de dichas máquinas que se negó a la jornada de trabajo y se quiso apear del coche en marcha y a toda velocidad antes de llegar a Puerto Serrano. Así pues, metida en cintura la susodicha máquina, el Paco, el Pablo, el Patxi, el Migué, el Pepe y el que narra, más felices que nunca, para mí el simple hecho de pedalear es ya un placer, cogimos esta estupenda vía, perfectamente acondicionada y a ciclar que el día era perfecto en cuanto a climatología y viento.
Fue a principios de siglo XX, bajo la dictadura de Primo de Rivera, en complicidad con el impresentable Alfonso XIII, cuando se comenzaron las obras de este ferrocarril que uniría las localidades de Jerez de la Frontera y Almargen y con los numerosísimos túneles hechos, el piso en firme y tan solo a falta de colocar el tendido de vías, un mediocre general se sublevó contra el legítimo gobierno de la República, convirtiéndose en el responsable de la sangrienta y cruel Guerra Civil española que dejó en suspenso el término de las obras. Nunca más se volvieron a retomar dichas obras y recientemente aprovechando el empuje de las actividades de bajo impacto medioambiental como el senderismo, el ciclismo, etc. se acondicionaron unos 36 km de vía entre Puerto Serrano y Olvera, creando esta hermosa ruta de triste historia y que hoy, seis ciclistas nos estábamos merendando, cruzando sus numerosos túneles,  viaductos y un paisaje inigualable con un mínimo de desnivel, que cuando montas en bicicleta siempre se agradece.


Llegamos a la estación reconstruida de Olvera, la cual sirve de alojamiento y restaurante muy afamado, alguno con una pajarraca encima pero que con una rehidratación conveniente a base de cervecita repleta de sales minerales y algún tintillo, se repuso y casi nos deja atrás a la hora de la vuelta. Comentar que aquí descubrimos uno de los estupendos tintos que esta tierra caitana está produciendo últimamente y que de manera totalmente inaudita, hoy no tenían ni una mísera botellita de nuestro querido Barbazul, o nuestro estupendo Garum, o el maravilloso Samaruco. Estos caitanos están demostrando que saben hacer además del mejor vino del mundo, el Jerez, algunos tintos tan conseguidos como los nombrados anteriormente.
Bueno, la hora de marcharse llegaba, la ingesta de líquidos estaba siendo excesiva, a las monturas con ruedas les aparecieron otras dos a cada una, supongo que por efecto del sol o algo parecido, la velocidad, gracias a la pendiente de bajada, se hizo infernal, los túneles pasaban a velocidad de vértigo, las bicicletas se empeñaban en caerse al suelo, pero como había que llegar, se llegó y punto, el estado final de los ciclistas es lo de menos, pa eso está el resto de la semana, pa recomponerse y hacerse el firme propósito de no volver a pasarse con las rehidrataciones a lo bestia, etc, etc…

Sin más y hasta la próxima:


SALUD Y FALSOS LLANOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario